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España España · A Coruña
Voto de Carli:
7
Drama. Romance Louise, una mujer joven e inquieta, siente la necesidad de tener un espacio propio al margen de su posesivo novio. Para ello, alquila un pequeño apartamento en París. Convencida de que todavía no está preparada para la vida de pareja, Louise se embarca en una serie de relaciones superficiales, sólo para descubrir que uno no sabe lo que tiene hasta que lo ha perdido. Cuarta entrega de la serie "Comedias y proverbios". (FILMAFFINITY)
9 de abril de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Mi filosofía no ha cambiado ni creo que vaya a hacerlo. Siempre he pensado que una película merece la pena cuando se puede llegar a la esencialidad. También creo necesario dejar un espacio al azar. Y es entonces cuando se producen esos azares tan valiosos. Paradójicamente, en mis películas todo es fortuito... menos el azar".

En la cuarta entrega de la serie 'Comedias y proverbios', el director galo vuelve a reflexionar sobre temas habituales en su filmografía: la fugacidad del amor, las complicaciones que van surgiendo en una relación, triángulos amorosos.. El cine de Eric Rohmer no es nada convencional, alejado de la narrativa norteamericana. Puede que para muchos resulte monótono ver una obra suya, pero en mi caso nada más lejos de realidad, ya que estamos ante un cine de palabras, de disertaciones, de debates filosóficos, de conversaciones que rebosan naturalidad por los cuatros costados.

Louise, empleada subalterna en una empresa parisina, mantiene una relación con un hombre mayor, arquitecto, hogareño y tradicional, que rehuye de la vida nocturna. Ambos viven en las afueras de la capital francesa, algo que que a la joven parece preocuparle, ya que no puede disponer de la vida que ella desea. Louise es inocente y quiere llevar una vida alegre, alejada de su posesivo novio, asistiendo a fiestas nocturnas con sus amigos. Por ello le plantea a Remy que quiere disponer de un apartamento en París para estar sola de vez en cuando y tener un espacio donde dormir para no molestarlo a él cuando vuelva a casa. Las continuas y vacías experiencias posteriores con otros hombres harán que se replantee su antigua y firme decisión. Pero puede que sea demasiado tarde..

La austeridad vuelve a ser una constante en esta obra de Rohmer, como en todos sus trabajos, con una sobria puesta en escena. La cámara se mueve lentamente siguiendo a los personajes, que mantienen continuos y extensos diálogos sobre la vida y sus preocupaciones. Las palabras predominan sobre la imagen, con unos duelos interpretativos muy naturales, sin ningún tipo de artificios, y es que nadie ha retratado de manera tan realista e intimista las relaciones de pareja como el cineasta francés.

El legado de Rohmer es enorme, con multitud de grandes películas que retratan a la perfección las relaciones sociales, con el amor como vehículo narrativo en todos sus trabajos. Y "Les nuits de la pleine lune" no es una excepción.
Carli
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