Y cuando digo fantástica es porque no se la cree nadie, y cuando llega el final, menos todavía (por cierto, después de como van resolviendo toda la historia a lo largo de la película, salvo dos momentos de sorpresa, lo demás totalmente predecible, incluído el final). Tiene un arranque bueno, con ciertos toques de originalidad y aceptable fotografía, pero a medida que pasan los minutos flipas. El protagonista entra y sale de los quirófanos, de las cocinas de los restaurantes y de todos los lugares que le apetezca sin que nadie se de cuenta ni le diga nada, ¡increíble!. Pero estamos ante toda una de esas "americanadas" en las que, ante todo y sobre todo, lo que más importa es la más sangrienta y cruel de las violencias (la única escena de violencia justificada es la del piso del matrimonio "snob" secuestra-viola-mata niños) y del "puto" vocabulario de "putas" palabrotas "de mierda". En fin, historia mal-aprovechada y, en mi opinión, exageradamente pretenciosa. Sin embargo muy entretenida, seguro que todo un éxito de taquilla, y el cine también es eso ¿no?
Lo mejor: la historia de los secuestradores de niños y los títulos de crédito finales, que te cuentan la peli con unos dibujos animados que recuerdan a los de "una serie de catastróficas desdichas..."