La primera vez que ví esta película me dejó plenamente satisfecho; pasan los años y cada vez que me encuentro algo alicaído la vuelvo a ver... y me sigue dejando de buen humor.

Una fantástica interpretación de Willis en el papel para el que ha nacido, policía acabado al que todo le sale mal, que con sus chascarrillos de tipo duro y esa chulería que le caracteriza te hace ver la vida desde otra perspectiva, que a mi particularmente me encanta, dandole un enfoque positivo a un cúmulo de situaciones que a cualquiera nos dejaria hundidos.

No voy a destripar la peli, pero aunque no te guste este actor no debes dejar de verla, ya que ofrece una historia más allá del típico caso a resolver y te mete en el complicado papel de marido engañado y padre sin autoridad que te provoca cierta empatía a la vez que gracia.

Muy recomendable, seguro que no te defrauda.