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Voto de Melón tajá en mano:
6
Drama Irlanda, siglo XIX. Una mujer (Glenn Close) se ve atrapada en un triángulo amoroso inusual. Se disfraza de hombre para poder trabajar y sobrevivir, pero 30 años después se encuentra perdida en su propia prisión... (FILMAFFINITY)
24 de enero de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ser el hijo de García Márquez puede ser una losa insoportable, una tumbona al sol o un trampolín maravilloso para aprender, escribir y escalar antes que los demás. Rodrigo García no es un niño de papá cualquiera y optó por la última de las opciones. Suerte para él y para nosotros.

La crisis de los cuarenta le pilló inspirado y trabajando. Y no en cualquier cosa sino en una de las mejores series (o la mejor) de todos los tiempos: The Sopranos. Años después escribió y dirigió distintos capítulos para series mayúsculas como Carnivale, Six feet under o In treatment. De su incursión en el cine nacieron algunas películas dignas pero de inferior calidad a sus trabajos para TV.

Glenn Close, actriz de éxito gracias a su filmografía durante los ‘80, trabaja por tercera vez para García en ALBERT NOBBS, donde además de poner pasta y escribir parte del guión, se mete en el rol de una mujer irlandesa que se disfraza de hombre para conseguir un trabajo digno que le permita conseguir el dinero suficiente para montar el negocio de sus sueños.

La película funciona bien como relato durante su primera hora (lo mismo que dura un capítulo para TV, demasiada casualidad). Es amable y delicada en el trato, pero también dura y seca en el fondo de sus intenciones. Las formas son las correctas durante ese tiempo de metraje. Inmediatamente después el ritmo decae, se hace soporífera y se evapora entre buenas intenciones.

El segundo acto resulta desesperanzador y el final se agradece más por llegar a tiempo que por estar bien atado (que lo está). Glenn Close aporta al personaje una mirada excepcional con la que logra sobradamente que el espectador se vea capaz de coger cariño a un personaje excesivamente diáfano. ALBERT NOBBS es más interesante como hombre que calla y no como mujer que habla. Y aquí habla demasiado.

LO MEJOR: Ellos se alegrarán la vista con Mia Wasikowska y ellas con Aaron Johnson, pero todos lo haremos con una Glenn Close en estado de forma: hacía años que no se le veía en un papel tan protagonista. La banda sonora es muy hermosa, hay que rescatarla. Los primeros cincuenta minutos funcionan mejor que bien.

LO PEOR: La segunda parte es un bajón de vértigo. A ratos parece más un piloto para una serie de TV. De hecho es fácil pensar que tal vez habría funcionado mejor como tal. La realización es normalita, aburrida y estándar en ocasiones. Algunos pensamientos en voz alta de Nobbs suenan muy forzados.
Melón tajá en mano
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