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España España · Barcelona
Voto de Rómulo:
7
Drama. Thriller La Ciotat, sur de Francia. Antoine acude a un taller de escritura en el que un grupo de jóvenes ha sido seleccionado para escribir un thriller policiaco con la ayuda de Olivia, una famosa novelista de Paris. El proceso creativo hace hincapié en el pasado industrial del pueblo, un tipo de nostalgia que deja indiferente a Antoine. Más preocupado por los temores del mundo moderno, el joven pronto chocará con el grupo y con Olivia. (FILMAFFINITY) [+]
13 de agosto de 2018
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El taller de escritura (L’atelier)

El francés Laurent Cantet saltó a la fama en 2001 con la estupenda realización de su opera prima “Recursos humanos”. La película cosechó una notable cantidad de premios entre los que destaca el César de cine. En 2008 gana La Palma de Oro en Cannes por “Entre les murs”. De manera que nos encontramos ante un director sobradamente competente y de reconocidísimo prestigio. Ahora, nuevamente, nos sorprende gratamente con “El taller de escritura”, espléndido trabajo en el que disecciona alguno de los complejos problemas sociales que preocupan a Cantet y que ya se hacían evidentes en sus anteriores apuestas. La cinta es sobria, inteligente, elegante y sumamente perturbadora.
Marina Foïs, en el papel de Olivia, una sofisticada escritora y profesora parisina, se traslada a una localidad portuaria del sur de Francia para impartir durante el verano un taller de escritura a un grupo de adolescentes de diferentes orígenes étnicos, que no han sido precisamente ejemplares en sus respectivas escuelas. Pronto brotará la verdadera naturaleza de las contradicciones y conflictos que esta generación de jóvenes franceses arrastran en su vida cotidiana. A medida que avanza la película el clima sube de temperatura hasta volverse asfixiante. Una relación tan insana como agobiante parece haberse instalado entre la fría personalidad de Antoine (Matthieu Lucci), su alumno más avispado, y Olivia, que muy pronto comenzará a sentir los efectos devastadores de la influencia de su inquietante discípulo.
Y nada más, ahí lo dejo. Solo aconsejarles que si el cine es una de sus adicciones favoritas, como es mi caso, vayan a verla porque les aseguro que no van a arrrepentirse.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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