Haz click aquí para copiar la URL
España España · sevilla
Voto de Jlamotta:
5
Drama Basada en hechos reales. Li Cunxin fue rescatado a los once años de una aldea china por delegados culturales de Mao y enviado a estudiar ballet a Pekín. Después de años de durísimo aprendizaje, se convirtió en uno de los mejores bailarines del mundo. Aclamado al principio como un héroe de la China comunista, acabó siendo acusado de traición porque, durante un intercambio cultural con Texas, se enamoró de una norteamericana e intentó ... [+]
16 de diciembre de 2010
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa cinta del veterano Bruce Beresford que trata de explicar un momento histórico concreto, el comunismo de Mao en la China de los 70, a través de la vida de Li Cunxin y su pasión por el ballet. A priori puede parecer un argumento interesante y recordarnos a la notable Billy Elliot, de Stephen Daldry. Pero las similitudes entre una y otra se quedan ahí, en el argumento. El guionista Jan Sardi apuesta por el choque directo de culturas (la china y la estadounidense) con una estructura demasiado torpe e inocente, mostrándonos al protagonista como un pulpo en un garaje (EEUU) de forma excesiva. La constante comparación entre comunismo y capitalismo llega a cansar debido a un tratamiento débil y santurrón, llegando a ridiculizar el sistema de vida chino y poniendo a EEUU como la bandera de la libertad y los derechos humanos omitiendo todos los defectos de la forma de vida americana.

La dirección apuesta por las transiciones más o menos elegantes rozando la ranciedad. Unas prácticas elipsis temporales son un recurso natural para mostrar los cambios del protagonista. Los planos generales y la escasez de movimiento en general nos hacen ver la acción como un cuadro en el que los personajes se mueven libremente. Las escenas de baile gozan de una coreografía brillante si bien la ralentización en estos movimientos sobran.

Desde luego, lo más chocante del film es el nulo aprovechamiento visual de unos escenarios espectaculares (La Muralla China, sin ir más lejos), que dejan entrever la poca pasión desplegada en un film de encargo para Beresford. No deja de sorprender el humor inocentón, infantil y poco brillante que, inaudito, cala en el público. Aunque deja la duda de sí se ríen con o de la película (en mi caso de). Para bien o para mal, no hay mucha diferencia entre esto y un telefilm de A3. Al igual que estos, entretiene y por lo menos cuenta una historia ligera con un ritmo adecuado que no aburre en ningún momento. Como curiosidad, Kyle Maclachlan se pasea unos minutos dando más pena que alegría para la vista.
Jlamotta
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow