Hay que reconocer que el imaginario las obras de Miyazaki, aunque muchas veces repetitivo, es fascinante, no obstante, esta carece del interés que producen otras. Así como en "La princesa Mononoke" está expuesto claramente el tema medioambiental y la convivencia del ser humano con la naturaleza, en este viaje sólo cabe dejarse llevar y tener paciencia hasta que el viaje acabe. Salvo un par de escenas, carece de tensión y emoción.

En "El Castillo Ambulante" mejora este problema de desinterés y profundiza más en la historia y la relación entre los personajes, además de darle más espectacularidad a las escenas haciendo que el viaje sea más emocionante.