A la vuelta de la esquina tengo una tienda de disfraces, Tienen en el escaparate el mismo traje que la protagonista villana de esta película, la bruja del Oeste. Estoy flipando, así de claro. Ahora resulta que esta "miniserie" es sobre el mago de Oz, pues bien cuenta con el mago más cutre de la historia de la humanidad, señores, que confundí para mi eterna vergüenza con Jeremy Irons. Bueno la culpa no es mía, sino vedle en "La máquina del tiempo". Jeremy sería capaz de rodar esta peli e incluso otras peores. Aquí nos encontramos a una Dorothy que parece que la han sacado de un museo de antigüedades...pero donde irá con ese cardado en el pelo, esos modelos de los años cincuenta, con ese guión tan cutre y tan poco presupuesto para rodar esto...el reparto es una broma, no es estelar para nada. El espantapájaros queda reducido a un Cero, y es el que más gracia tiene, para dejar paso a las brujas más freaks de la televisión: cuatro cuarentonas hinchadas a base de silicona vestidas con vestidos tres tallas menos, y con cero diálogo, entre las que destaca la gran bruja del oeste, la actriz más chalada que he visto nunca. Villanos cutres, personajes inexistentes, Oz en tu cabeza, y una dirección de mierda es todo lo que ofrece este truño de más de dos horas. La fantasía nunca fue tan barata como para pagarle a esta tal Paulie Rojas 10 céntimos por ser la peor Dorita del mundo. Personajes sacados de una tienda de disfraces...lo peor no son los pésimos efectos, tanto como la poca empatía y la poca conectividad del guión que convierten la peli en un tostón. Prescindible.