Poderosa película que cierra la trilogía de pelis comenzadas por Liam Neeson de su ciclo "Venganza", en las que el buen hombre se deja el pellejo por salvar a su familia de perturbadores y desquiciados villanos.
Esta última si bien no goza del despliegue técnico de Conexión a Estambul, se erige como una gran tercera parte, con la magnífica interpretación de Liam Neeson, quien está consolidándose como uno de los mejores héroes de acción de esta nueva época. Hace poco vi "The equalizer", y y junto con ésta son las dos mejores pelis de acción que he visto en mucho tiempo. Magnífica dirección y desarrollo de la historia, Dougray Scott está espléndido y también Forest Whitaker en la piel del policía encargado del caso. La acción no decae, es trepidante, la música atrae a seguir viendo y el resto del elenco cumple una correcta misión.
Tan solo resulta no dar la talla el actor que hace de novio de la hija de Liam Neeson.
El culmen de la vida de Bryan Mills está cerca, y algo acontece que da la vuelta completa a la historia, y la determinación de la película es rotunda. Con la CIA y el FBI pisándole los talones este personaje hace que la venganza se sirva bien fría. Tal vez los movimientos de cámara tiemblen un poco pero son gajes del oficio. Bravo por los actores escogidos para hacer de villanos, y lástima por Famke Janssen, realmente desperdiciada.