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Voto de Javier:
4
2014
Guillermo del Toro (Creador), Chuck Hogan (Creador) ...
6.1
6,029
Serie de TV. Drama. Terror. Ciencia ficción
Serie de TV (2014-2017). 4 temporadas. 47 episodios. Un avión Boeing 777 aterriza en el Aeropuerto Internacional JFK en Nueva York procedente de Berlín. Se detiene inerte en la pista de aterrizaje y su interior está lleno de cadáveres pálidos. Un extraño ataúd lleno de tierra es hallado en el departamento de equipaje. Así se produce la llegada de Jusef Sardu, un vampiro conocido como "El Amo" (Robert Maillet). El Dr. Goodweather (Corey ... [+]
6 de octubre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me han jodido. Creía que estaba ante algo grande dentro del género vampírico. Mentira, nada nuevo, una estafa tan inmensa como dolorosa.
El primer episodio muestra unos parámetros muy interesantes. Sus primeros minutos, geniales, nos anticipan un devenir casi de éxtasis. El avión, la infección, el misterio. Todo cojonudo.
El segundo episodio se regodea sobre el primero. Sigue la tensión y, lógicamente, se multiplica la aparición de personajes más o menos interesantes.
A partir del tercer episodio, la cosa empieza a oler a podrido, los personajes comienzan ese consabido bucle de relaciones familiares aburridas.
Episodios sucesivos van corroborando lo más temido, las ideas se han acabado, toca un suflé de manidas y absurdas situaciones....
En mi mente guardo algunos de esos momentazos que en spoiler detallo.
P.D.: Ya he visualizado el primer capítulo de la segunda temporada y parece que esto no tiene arreglo.
El primer episodio muestra unos parámetros muy interesantes. Sus primeros minutos, geniales, nos anticipan un devenir casi de éxtasis. El avión, la infección, el misterio. Todo cojonudo.
El segundo episodio se regodea sobre el primero. Sigue la tensión y, lógicamente, se multiplica la aparición de personajes más o menos interesantes.
A partir del tercer episodio, la cosa empieza a oler a podrido, los personajes comienzan ese consabido bucle de relaciones familiares aburridas.
Episodios sucesivos van corroborando lo más temido, las ideas se han acabado, toca un suflé de manidas y absurdas situaciones....
En mi mente guardo algunos de esos momentazos que en spoiler detallo.
P.D.: Ya he visualizado el primer capítulo de la segunda temporada y parece que esto no tiene arreglo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
- Episodio piloto: ¿Por qué trasladar al amo de Europa a América?, ¿por qué tan arriesgada misión?, ¿acaso no puede conducir su conquista a través del viejo continente? Incluso hubiera sido algo más factible hacerlo desde Europa, un continente muchísimo más poblado en densidad que los EE.UU. y consecuentemente más fácil de infectar.
- La historia paralela de la Alemania nazi: el amo hace estragos entre la población judía apresada por los nazis. Supuestamente todas las noches ataca a varios de los prisioneros de guerra que se encuentran en los campos de concentración nazi, pero eso no se traduce en una masiva infestación de la población. De hecho, parece incomprensible que durante la postguerra y ante una situación desoladora y devastadora para un continente, una plaga de estos seres tan sumamente virulentos no se hubiera vuelto demoledora para la población.
- Los strigoli: despropósitos vampíricos que ocupan y preocupan por la habilidad (o falta de ella en función de la importancia del personaje al que se ataca) en direccionar ciertos lengüetazos.
- La masiva caída de internet: no me puedo creer que ningún funcionario informático no sea capaz de restaurar parte de la señal. No me creo que un hacker antisistema sea capaz de desafiar, anular y finalmente contrarrestar durante semanas al gobierno cuyo cuerpo militar presume de ser –y lo es- el más adelantado y poderoso del mundo.
- La pasividad ciudadana: es evidente que la caída de internet merma de forma considerable la recepción de información, pero es imposible que después de visualizar ciertas escenas de chupócteros despachándose a ciudadanos de a pié en zonas de gran concurrencia, las noticias sobre estos vampiros no sean extensivas en prensa local o incluso en el boca a boca. Que a medida que pasan los episodios nos quieran "colar" la aparente tranquilidad de estos ciudadanos, circulando por calles poco transitadas sin desconfianza alguna... No me lo creo.
- Los subsuelos strigolitas: efectivamente, los alcantarillados están plagados de estos chupasangres, pero las autoridades son gilipollas y no se han percatado de ello (de que son gilipollas no, de que hay strígolis bajo tierra). Por supuesto, solo conocen su ubicación nuestros cuatro protagonistas.
- El ataque a la gasolinera: de chiste. La escenificación inicial y final topa con el sinsentido (al principio no pueden huir por que están acorralados por cuatro chupasangres, sin embargo al final acaban huyendo ante una masificación de éstos)
- La relación paternofiliopestulante: además de que raya lo más cargante de la hostia, resulta que el padre lleva a su hijo a la confrontación final contra el monstruo de los cojones. Es decir, “vente conmigo, que estarás más seguro”, nos vamos a enfrentar a un ser que lleva no sé cuantos siglos jodiendo a la humanidad, pero tú no te preocupes, ¿eh?, tú firme con tu espada, que si te llegan decenas de strígolis les rebanas las cabezas y punto.
- El Amo: lo que en un principio se nos ofrece como un todopoderoso ser, tan rápido que ni las cámaras lo registran, tan longevo que ni siquiera la historia lo recuerda, tan temeroso que los más poderosos se postran ante él, vaya, pues va a resultar que es bastante gilipollas. Y es que resulta que sabiendo que los rayos solares no son lo suyo, pues va y nos alquila un edificio cuyo máximo exponente son unos ventanales a modo de vidrieras que nos ofrecen las mejores bondades del sol. El capítulo trece muestra dicha aberración. Digno de un sabio….
- La historia paralela de la Alemania nazi: el amo hace estragos entre la población judía apresada por los nazis. Supuestamente todas las noches ataca a varios de los prisioneros de guerra que se encuentran en los campos de concentración nazi, pero eso no se traduce en una masiva infestación de la población. De hecho, parece incomprensible que durante la postguerra y ante una situación desoladora y devastadora para un continente, una plaga de estos seres tan sumamente virulentos no se hubiera vuelto demoledora para la población.
- Los strigoli: despropósitos vampíricos que ocupan y preocupan por la habilidad (o falta de ella en función de la importancia del personaje al que se ataca) en direccionar ciertos lengüetazos.
- La masiva caída de internet: no me puedo creer que ningún funcionario informático no sea capaz de restaurar parte de la señal. No me creo que un hacker antisistema sea capaz de desafiar, anular y finalmente contrarrestar durante semanas al gobierno cuyo cuerpo militar presume de ser –y lo es- el más adelantado y poderoso del mundo.
- La pasividad ciudadana: es evidente que la caída de internet merma de forma considerable la recepción de información, pero es imposible que después de visualizar ciertas escenas de chupócteros despachándose a ciudadanos de a pié en zonas de gran concurrencia, las noticias sobre estos vampiros no sean extensivas en prensa local o incluso en el boca a boca. Que a medida que pasan los episodios nos quieran "colar" la aparente tranquilidad de estos ciudadanos, circulando por calles poco transitadas sin desconfianza alguna... No me lo creo.
- Los subsuelos strigolitas: efectivamente, los alcantarillados están plagados de estos chupasangres, pero las autoridades son gilipollas y no se han percatado de ello (de que son gilipollas no, de que hay strígolis bajo tierra). Por supuesto, solo conocen su ubicación nuestros cuatro protagonistas.
- El ataque a la gasolinera: de chiste. La escenificación inicial y final topa con el sinsentido (al principio no pueden huir por que están acorralados por cuatro chupasangres, sin embargo al final acaban huyendo ante una masificación de éstos)
- La relación paternofiliopestulante: además de que raya lo más cargante de la hostia, resulta que el padre lleva a su hijo a la confrontación final contra el monstruo de los cojones. Es decir, “vente conmigo, que estarás más seguro”, nos vamos a enfrentar a un ser que lleva no sé cuantos siglos jodiendo a la humanidad, pero tú no te preocupes, ¿eh?, tú firme con tu espada, que si te llegan decenas de strígolis les rebanas las cabezas y punto.
- El Amo: lo que en un principio se nos ofrece como un todopoderoso ser, tan rápido que ni las cámaras lo registran, tan longevo que ni siquiera la historia lo recuerda, tan temeroso que los más poderosos se postran ante él, vaya, pues va a resultar que es bastante gilipollas. Y es que resulta que sabiendo que los rayos solares no son lo suyo, pues va y nos alquila un edificio cuyo máximo exponente son unos ventanales a modo de vidrieras que nos ofrecen las mejores bondades del sol. El capítulo trece muestra dicha aberración. Digno de un sabio….