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España España · valencia
Voto de elquicio:
8
Fantástico. Drama. Romance. Thriller En un inquietante laboratorio de alta seguridad, durante la Guerra Fría, se produce una conexión insólita entre dos mundos aparentemente alejados. La vida de la solitaria Elisa (Sally Hawkins), que trabaja como limpiadora en el laboratorio, cambia por completo cuando descubre un experimento clasificado como secreto: un hombre anfibio (Doug Jones) que se encuentra ahí recluido. (FILMAFFINITY)
24 de febrero de 2018
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En fin, si uno repasa la crítica de los especialistas se encuentra con una abrumadora mayoría que apoya las 13 nominaciones para los Oscar. Y al adentrarte en los comentarios de los espectadores aparece la ya habitual división social, también ante el arte cinematográfico: tantos fervientes aplausos como sonoros pitos.

Creo que tal división ciudadana responde al constante deterioro de un séptimo arte que cada vez se encuentra más cercano a las desvergüenzas que se exhiben en Arco -y no me refiero a los ‘presos políticos‘, que también- precisamente porque cada vez hay más gente que disfruta contemplando, por ejemplo, el arte de cómo de bien se apoya en la pared un simple paraguas.

‘La forma del agua‘ es un fantástico ‘collage’ de realismo mágico, es decir, de mostrar artísticamente lo irreal o extraño como algo cotidiano y común; y viceversa. Los expertos le invadirán a vd. de parecidas historias cinematográficas entre lo humano y la bestia pero quédense con lo importante: todos abarcamos ambos ángulos y los pilares en que se sustenta el relato sólo satisfará a quienes no se nieguen a dejarse llevar por las imágenes y la música; por la forma y su capacidad de transmisión.

Por tanto, olvídense del guión, puro pretexto, entiendo que intencionadamente plagado de repetitivas banalidades sobre el bien y el mal como marco moral para andar por casa tirándola por la ventana. El director envuelve, pues, en melancólica autodestrucción, los desesperados anhelos ocultos de un cuento de hadas marginadas, que darían su vida por vivirla.

Estamos, por consiguiente, ante puro cine mudo. Como otra especie de la fabulosa ‘Blancanieves‘ [2012] de Pablo Berger pero esta vez en versión no gótica sino barroca. Esa fascinante Elisa [Sally Hawkins] cuya solitaria vida y vacía fealdad encubren, entre sonrisas de esperanza, una inmensa riqueza espiritual. El simbolismo del silencio, de la comunicación gestual, el gran valor visual, el baile, la impactante e imaginativa precisión narrativa.

El bagaje técnico del film es sobresaliente: montaje; puesta en escena; diseño de producción [Paul D. Austerberry]; la fotografía [Dan Laustsen]; el color con que se mira: verde oscuro; el movimiento de cámara y los primeros planos; el sencillo y minucioso vestuario. El clasicismo, en un tono de Guillermo del Toro que resalta por su delicadeza y la ternura con la que utiliza el agua como elemento onírico.

La interpretación coral es muy buena, con una gran dirección de actores. Sally Hawkins [Elisa], repito, está fabulosa en su papel de modesta muda frágil, nostálgica e infinitamente más fuerte y osada de lo que su cotidiano entorno pretende permitirle; de cómo mira, cómo anda, cómo baila o cómo vive sonrientemente una vida vacua, aunque siempre esperando algo más. Richard Jenkins [Giles] realiza un trabajo entrañable como acomplejado colega cómplice de la protagonista. Gran banda sonora de Alexandre Desplat, más las composiciones incorporadas [ver ut supra]; y esas referencias continuas al cine musical en blanco y negro.

Si su notable calidad no alcanza el sobresaliente es, en mi opinión, porque, además de no ser muda, se alarga innecesariamente durante el segundo carrete: le sobran 20 minutos, al menos. Y eso le hace perder ritmo, algo de tensión y emotividad.

Pero, a pesar de ello, la excelencia de del Toro te da múltiples oportunidades para el disfrute, porque una imagen siempre vale más que mil palabras: Elisa en el autobús, a diario: contando mágicamente la vida cotidiana. Y ese enfoque de la sexualidad libre, también en su íntima masturbación matutina y en sus filias con el anfibio, que a los animalistas seguro les dará que pensar.

Si vds, como yo, salen de la sala convencidos de que buscaran el hueco para volver a verla pronto en la concentrada tranquilidad de su casa, es que, como a mí, les ha gustado.

De ese cine que se disfruta porque te transmite magia sin tener que acudir a la razón [8 sobre 10]

El quicio de la mancebía [EQM]
https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2018/02/24/la-forma-del-agua-2017-de-guillermo-del-toro
elquicio
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