En fin, otra metedura de pata. Y eso que Carlos Boyero tuvo la entereza de advertirnos, en El País, de lo que nos esperaba: el guion y el director es lo que menos importa en el actual cine de aventuras. Y de que la industria se encuentra, cada vez más, en manos de informáticos, publicistas, merchandising, franquicias y creadores de videojuegos.

Aunque discrepo de sus sensaciones de ni frío ni calor, ante la cinta: yo he sentido mucho aburrimiento gélido, una desbordante vergüenza ajena y la constatación de que me estaban tomando el pelo a carcajada limpia.

Que conste que, desgraciadamente, su crítica la leí después de haberla visto y que compré las entradas porque la dirigía el español J. A. Bayona y tenía curiosidad por ver qué había encontrado el gran Spielberg en él para en-cargásela y por recordar mis tiempos pretéritos. Y eso que cuando vi el cartel que les acompaño, no se lo pierdan, me quedé mascullando que todavía tenía tiempo de escapar.

Tremendo, insoportable: salí de la sala tratando de despejarme de las continuas cabezadas que no había podido impedir por culpa de los ronquidos de mi alrededor y de las que me despertaba periódicamente también por el ruido que hacía la gente, marchándose de la sala a partir de la primera media hora.

Les resumo: A lo que muchos entendemos por cine, le está ocurriendo lo mismo que a los dinosaurios en su etapa final, es decir: se encuentra en fase de extinción y no tardaremos en encontrarlo exclusivamente en 'salas de arte y ensayo' milagrosamente resucitadas para el protocolarios respeto a minorías cada ves más minoritarias.

Dicho de otra manera: todo lo que se diga es poco; esta película consiste en una absoluta ausencia de guión; una dirección sometida al CGI [Imagen generada por computadora], hasta ahora sustancial sólo en los videojuegos; algunas aportaciones góticas en los pocos momentos que el montaje permite la puesta de escena; una dirección de actores propia de cualquier respetable asociación de jubilados; una interpretación de los dos actores principales consistente en mantener, hieráticamente, cara de asombro -conteniendo, obviamente, la risa- durante las dos extenuantes horas que dura el metraje; una atronadora y abusiva banda sonora de triunfal música de viento, acompañada de inseparables y variopintos rugidos, siempre con mujo jaleo ambiental; etc.

Añádanle a lo expuesto toneladas de imágenes repetitivas; perdida total del sentido común más elemental; refritos a manta; carencia absoluta de ingenio y emotividad; y aquí me paro, porque no quiero cansarles.

Cuando, anonadado, abandoné mi butaca del multicine, pude observar que en la sala de al lado la gente se amontonaba, ansiosa, formando una la larga cola para ver la misma película pero en la nueva versión cine 4D, que

"recrea en la sala de proyección las condiciones físicas que se ven en la pantalla, como niebla, lluvia, viento, sonidos más intensos u olores, así como vibraciones en los asientos y otros efectos, con el objetivo de generar una mayor inmersión del público con respecto a una sala tradicional".

Una vuelta de tuerca más al cine que hace ya cierto tiempo se puede contemplar en el Parque de atracciones de Madrid o en L'Oceanogràfic de Valencia.

En consecuencia, me imaginé que en cualquier secuencia donde abundara el agua aparecería un acomodador, manguera en mano, duchando a los espectadores hasta decir basta.

Sonriendo para mis adentros, caí en la cuenta de que mi humilde y personal reino cimematográfico ya no pertenecía a este mundo y que la película de Bayona cumplía con el deber de anunciarlo a bombo y platillo.

Por esa razón, por parte de la fotografía de Óscar Faura, alguna puesta en escena, algún detalle como el de un dinosaurio haciendo de Nosferatu [1922], de F. W. Murnau, y por el recuerdo de la escasa banda sonora incorporada a John Williams y a Creedence Clearwater Revival, no he calificado la película con un 0 [nota que a mí me merecen las tomaduras de pelo con afán de negocio analfabetizador].

Dinosaurios aparte... ¿hay alguien del cine ahí? [3 sobre 10]

pd Que tanto crítico hable maravillas de esta película no hace sino confirmar que nos encontramos en una nueva era, posindustrial, para beneplácito de la nueva mayoría...

El quicio de la mancebía [EQM]
https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2018/06/16/jurassic-world-el-reino-caido-eeuu-2018-de-j-a-bayona