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Voto de Jaime_Caravaca:
1
Musical. Romance. Comedia. Drama Mia (Emma Stone), una joven aspirante a actriz que trabaja como camarera mientras acude a castings, y Sebastian (Ryan Gosling), un pianista de jazz que se gana la vida tocando en sórdidos tugurios, se enamoran, pero su gran ambición por llegar a la cima en sus carreras artísticas amenaza con separarlos. (FILMAFFINITY)
16 de enero de 2017
424 de 731 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues oiga, soy una de esas pocas personas que han salido asqueadas de la sala tras ver ''La La Land''. Ya pueden ustedes odiarme por no estar alienado con sus pensamientos :D

Pero en la zona de spoilers, explico por qué me causa terror esta cinta:

***SPOILER***

En primer lugar, imagino que hay mucho iluminado que lee ''Cinemascope'' al inicio de la proyección, y ese es motivo más que suficiente para justificar el inexistente homenaje al celuloide que podemos encontrar en esta película.

El número inicial, prometía ser original, y... ¡Oh! no lo es. La canción no tiene ningún mensaje que me haga despertar, pero sí es una absoluta declaración de intenciones: La película va a ser muy vacía.

Nos presentan de golpe a una muchacha que sirve cafés en Hollywood para no tener que coger ni un bus para ir a un montón de castings donde la mayor crítica a la industria es que a todos los directores de casting les suda completamente la persona que hay haciendo la prueba. Como si no necesitaran una actriz y van allí a echar la tarde (imaginamos que las que consiguieron los papeles tuvieron la suerte de que no había distracciones en la sala).

La muchacha. Su mayor aspiración en la tierra de las estrellas, es pavonearse con cara de amargura porque algo le falta en la vida, pero en ningún momento se relata su esfuerzo, trabajo y constancia para los castings que pretende realizar (ensayar con un móvil en el coche de camino al trabajo no cuenta).
Pero sus aspiraciones van mucho más allá cuando la nueva mayor preocupación es ponerse un vestido elegante para ir a la fiesta de vete a saber quién para hacer nuevamente nada, y justificar un número musical pobre con unas compañeras de piso pobres, que por otro lado no necesitan ser descritas porque su siguiente (y única) aportación a la trama, es ir a aplaudir el espanto de montaje teatral de su compañera, una hora después.

¿Escena musical con compañeras en el dormitorio? Quien ha dirigido esto, debería ponerse ''Sandra Dee'' de ''Grease', y sentir vergüenza ajena hasta decidir dejar de hacer cine.

Y tras dos números musicales en cinco minutos, vamos a dejar de cantar durante media hora porque sí, porque no tenemos un esquema definido, esto es cine contemporáneo y estamos muy locos, y por eso la industria nos debe sus premios.

Es que, hay que presentar al muchacho. Resumiendo: Te hago la peineta en el atasco, casi te reviento cuando vienes a decirme que te encanta cómo toco el piano, porque me ha enfadado mucho que J. Jameson me despidiera cual Peter Parker por no tocar la marimorena. Pero que tras todo esto, tendrás que enamorarte de mí, porque soy un malote que tiene un taburete en el que se sentó una leyenda del Jazz (o eso me dijo el de ebay), pero que no es lo suficientemente bueno para el culo de mi hermana, la cual no importa porque lleva un minuto en pantalla y le queda otro. Igual que el ¿novio? de la muchacha que tiene menos aparición que Pepe el Romano.

Al muchacho se le presenta con Jazz. Porque ama el Jazz. O eso dice él.
Es tal su amor por el género, que todo lo demás es mierda y dolor (yo amo tanto el cine que me pasa lo mismo con esta película).

En fin... Que tras un nuevo número musical (y sus cuatro ''reprises''), nos tragamos con palomitas una historia de amor basada en la nada, sin pretensiones, repleta de personajes de minuto que no tienen ni texto en la trama, y por los que no podemos sentir nada más que indiferencia, y puede que un poco de asco.

Y esto se acaba, y no hay guión, ni se le espera. Nadie dice nada, ni aporta nada. Él sólo quiere abrir un bar, y ella se conforma con acabar apareciendo en una serie, pero tampoco se les ve muy entusiasmados.

Seguimos durante otra hora sin guión, donde podemos entender que sus cerebros vacíos y sus almas cargadas de inexperiencia coinciden, pero una gira es suficiente para decidir que se ha terminado, y que sólo han estado de rollo de Invierno a Otoño.

Y se acabó. Ella se ha casado con el estandarte masculino, y él ya tiene el bar. Y ya está.

Hacemos un último recorrido de lo que a nadie ya le importa, y es que, como moraleja, de haber seguido juntos se habrían comido la boca una vez más.

Pues qué quieres que te diga. Llego a casa, pongo ''Cantando bajo la lluvia'', y se me pasa.
Jaime_Caravaca
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