Un hombre es virgen a los 40 años y a raíz de esto, como consecuencia de esto, o derivado de esto es un pringao de narices. No tiene amigos, no tiene vida, tiene la mentalidad de un niño pequeño...Se ve que si no mojas el churro no solo no madurarás sino que serás un marginado social.

Cualquiera podría pensar que este ser humano se podría ir de putas o que como mínimo debe ser un pajillero compulsivo. Sin embargo todo parece indicar que este señor es más asexuado que otra cosa y que, por tanto, no parece que le suponga demasiado problema su situación.

Por suerte o por desgracia para nuestro protagonista su vida va a cambiar. Con la ayuda de sus compañeros de trabajo se liga de la noche a la mañana a nada más y nada menos que a Catherine Keener y a Elizabeth Banks. Sí, el pringao de la vida, sin esfuerzo alguno tiene a estas dos mujeres babeando por él. Catherine Keener, tan deseada, tan sensual y tan inalcanzable en Cómo ser John Malkovich, qué facilona y desesperada te ves aquí Dios mío.El objetivo del protagonista está claro; desvirgarse de una vez por todas.

La película puede que tenga un par de momentos graciosos, sin embargo, cae una y otra vez en topicazos cien mil veces vistos (como las personalidades de cada uno de los compañeros de trabajo), en la risa simplista, cutre y facilona, (como la escena de la depilación).

Virgen a los 40 es una opción más de las miles que hay para pasar el tiempo con algo que no te aportará nada y que olvidarás rapidamente. Perfecta para esos momentos en los que quieres ver algo mientras tu cuerpo y tu mente se quedan en estado de standby. Si quieres una buena comedia no eligas Virgen a los 40, si quieres algo original no escogas Virgen a los 40.