Trabajé un tiempo en un despacho jurídico y recuerdo una vez que un abogado nos propuso no ir a juicio porque nos iba a salir "más cara la salsa que los caracoles". Me hizo mucha gracia la frase (que he pasado a integrar en mi catálogo de frases estrella), y en realidad venía a decir que montar un juicio y todo lo que conlleva, no merecía la pena para un caso no tan jugoso.

Pues con esta peli me ha pasado un poco lo mismo. Muy bien valorada, apreciada por personas cercanas a mí cuyo juicio y valor tengo en gran estima, y al final, al verla, me he quedado un poco chof. Empieza bien con el rollo humano del secuestrado y su captor, esto es inusual y novedoso. Pero a medida que la cinta avanza, el tedio se apodera de mi psique profunda y no dejo de mirar al reloj, al ver el cadencioso desarrollo de una trama, por lo demás, bastante plana. En la parte final ya me interesaban poco los tejemanejes de los protagonistas y esperaba un poco que acabara y supieran zanjarlo con dignidad y sin excesivo metraje.

La peli es correcta. El dilema sexual (*mas detalle en spoiler) no me parece algo ni tan rompedor (vale, entendamos que la peli es del 92, pero tampoco de los setenta, que tienen cosas más atrevidas incluso: no me siento tan transngredido) ni que por sí solo sustente toda la trama.

En fin, que me vendieron cara la salsa y luego los caracoles tampoco son pa' tanto.
Si lo sé me leo la zona spoiler y me ahorro dos horas de cinéfilo en pos de otra peli más sustanciosa.