Cuando escribo esta crítica, Hayao Miyazaki esta realizando una nueva película cuyo título es "Kimitachi wa Do Ikuri ka". Recalco este detalle porque Hayao Miyazaki dijo que "El viento se levanta" iba a ser su última película, pero hemos sido afortunados y vamos a poder disfrutar de nuevo de la genialidad de este gran director.

A pesar de ello, Hayao Miyazaki cuando realizó esta película la tomó como una carta de despedida y quiso que se centrara en una de sus mayores aficciones que era la aviación y consiguió hacerlo dejando su sello personal, con esa animación de calidad que le caracteriza. En el podcast de Todopoderosos, destacan siempre que la emoción que transmite el 2D actualmente no lo consigue el 3D. Para mí la animación del Studio Ghibli es la que mejor refuerza esta afirmación. Los rostros de los personajes reflejan perfectamente lo que están sintiendo en ese momento, y hacen que esas emociones lleguen al espectador de forma que el 3D no lo logra. Otro de los grandes pilares de su animación es como animan hasta el mínimo detalle, lo que le da un gran realismo a la película.
La película esta basada en parte en la vida de Jirō Horikoshi, el hombre que diseñó el avión de combate Zero. Han realizado algunos cambios para darle mayor dramatismo e interés, además de poder contar otros acontecimientos importantes que ocurrieron en Japón en esta época. Esta historia contada por otra persona seguramente hubiera sido aburrida, pero lo cuenta de una forma, que la película se te va a hacer corta. Hacen que sea emocionante ver como se diseña un avión, y la música es otra gran baza en la película. Logrando exaltar las emociones que aparecen en pantalla, haciendo que ver un vuelo de un avión de papel sea grandioso.

En conclusión, ha sido un espectáculo. Me encanta el género de la animación y ver cada una de las películas del estudio es una delicia. Por lo que no creo que mi opinión sea muy objetiva, pero sería un gran error que no le dieras una oportunidad a las películas de Miyazaki.