Vergüenza debiera darles a los Directores de Cine de hoy en día, que con 30 años extra de estudio y experiencia, rara vez crean una obra tan potente como ésta. El tópico de “Segundas partes nunca fueron buenas” (o quintas ¿Qué se debería aplicar?) está totalmente fuera de lugar en este caso. El ritmo narrativo de acción trepidante y personajes magistralmente encontrados establecido en el Episodio IV sigue con el pedal a fondo en El Imperio Contraataca. Las escenas cautivan irremediablemente al espectador y le sumergen por completo en el desarrollo de la acción, involucrándole progresivamente y sin esfuerzo alguno. Los personajes, míticos ya todos por derecho propio, se ganan ese calificativo a pulso, cincelando con precisión el carácter y los rasgos característicos de cada uno, ya esbozados en el Episodio IV. Mención especial merece el personaje de Yoda, que transmite más y resulta más entrañable siendo un muñeco de trapo de los años 80 que transformado en el Mini-Hulk digital del nuevo milenio. El único problema, en mi humilde opinión, que tiene esta cinta para no obtener un 10 se llama “Star Wars, ep. IV; Una Nueva Esperanza”. Para mí siempre será la mejor, aunque quizá juega con ventaja por ser la primera.