Kuolleet lehdet está dirigida por Aki Kaurismäki y parte de la premisa de que dos personas, Ansa y Holappa (Alma Pöysti y Jussi Vatanen), son dos currantes sin estudios. Una lo hace a 0 horas en un supermercado, o donde salga, y el otro es alcohólico y va dando tumbos mientras asiste a karaokes junto a su único amigo (Janne Hyytiäinen). Se encontrarán casualmente en uno de esos y entablarán una relación amorosa muy particular, tanto que es casi tragicómica y surrealista, como el tono general del filme. Y es que su director le da un poso de decadencia a la Helsinki en la que viven ambos, pasando por toda clase de tugurios y lugares vetustos y sin alma, casi retratando la vida interior de soledad por la que pasan sus protagonistas. Y estos, a su vez, nos roban el corazón y nos arrancan unas cuantas carcajadas.

Porque Fallen leaves habla de eso, de hojas caídas que no tienen por qué pudrirse, que tienen derecho a una oportunidad, a dar color a sus vidas en la fría y decadente Helsinki que se nos muestra, con su pobreza añadida y contra todo pronóstico. El tono general del filme es de tristeza y desamparo, a la vez que las conversaciones son sencillas y chocantes por el tono cómico pero a su vez serio, algo que estalla en la cabeza del espectador y que lo lleva a amar el filme y a sus protagonistas. Nominada a los globos de oro, compitiendo con Anatomía de una caída y La sociedad de la nieve, y posiblemente también a los Oscars, hay que aplaudirla porque consigue mucho con muy poco, y el efecto que deja en el espectador es enternecedor. Es de esas películas que nos dejan con una sonrisa dibujada en la boca y que no se olvidan fácilmente pese a lo simple de la propuesta.

En definitiva, FALLEN LEAVES es un soplo de aire fresco, y nunca mejor dicho, a un cine poco convencional, de los que ya no se hacen y que es sumamente de autor. Es una tragicomedia que arrancará sonrisas con sus situaciones y conversaciones. El reflejo de una sociedad, de dos personas en decadencia, que luchan con los fantasmas del presente y del pasado pero que no se rinden, que se buscan y se encuentran. Y qué bonita es. No os la perdáis.