Blonde está dirigida por Andrew Dominik, a quien no le importa en absoluto nada que no sea trágico en la vida de Marilyn Monroe. Desde la relación con su madre, enferma mental, hasta el abandono de su padre, excesos de alcohol y drogas o supuestas agresiones sexuales por parte de Joe DiMaggio e incluso de JFK. En 266 minutos de metraje apenas podemos ver a una Marilyn feliz, pues este biopic no es más que una invención de su director basándose en la novela de Joyce Carol Oates. Es decir, se basa en un sensacionalismo barato que manipula al espectador y, por supuesto, hace brillar todavía más a una Ana de Armas que es la verdadera atracción del filme. De Marylin nos olvidamos, tan solo vemos a Ana de Armas o viceversa, porque ambas son una sola.

Si con esta película Ana de Armas no se alza con el Oscar, Hollywood demostrará si recalcitrante racismo, aunque todavía es pronto y hay que ver contra quién compite. Es evidente que Ana de Armas pone toda la carne en el asador y se esfuerza para dar a Marilyn ese toque oscuro, frágil y tormentoso de la celebridad. Al margen de lo que es verdad y no, que podéis leer en este artículo, la película navega entre metáforas, llantos y dramas; una angustia perpetua de la que el espectador no se despoja en ningún momento. Apenas se hace eco de la inteligencia de la actriz y únicamente se centra en sus momentos oscuros, en agrandar la leyenda de sus amoríos con JFK y, en definitiva, de impulsar la leyenda Marilyn Monroe a costa de manipulaciones.

En definitiva, BLONDE es una de las grandes películas de Netflix de cara a la temporada de premios. Ana de Armas está absolutamente abismal en el papel de su vida, pese a que el filme se hace eterno y es engañoso y oscuro. No es un biopic al uso, pues no podemos creer la mitad de lo que sucede, sino una interpretación de lo que pudo pasar, por lo tanto, y aunque muchas cosas sucedieron en su turbulenta vida, no hay que tomárselo demasiado en serio. No sé si es la película que necesitaba Marilyn Monroe, pero sí es la que necesitaba Ana de Armas para tomar Hollywood con sus manos. Solo por ella ya vale la pena.