La verdad es que tenía mis dudas sobre verla o no pero al final me he decidido y ha sido una de esas veces en las que he salido del cine con un buen sabor de boca.

Por fin alguien (Michael J. Bassett) escribe un guión coherente que mantiene el interés del espectador de principio a fin sin caer en la simpleza, en lo manido y en lo pueril. Por fin alguien (Michael J. Bassett de nuevo) que sabe hacerse cargo de la dirección de una película. Por fin contratan actores (magnífico James Purefoy) en lugar de gente que hace bonito y recita sus líneas de diálogo con el mismo apasionamiento que lee el listín telefónico. Por fin un equipo de realización sabe cómo mover una cámara no sólo para lograr buenas tomas sino para rodar escenas de acción y de lucha consiguiendo que el espectador vea lo que está ocurriendo en lugar de marearle moviendo la cámara como si fuera una coctelera y de paso no se entere de nada.

No es la película perfecta, por supuesto (el final me ha parecido un poco apresurado), pero cuenta una historia interesante, logra una atmósfera tan sombría como hermosa y las interpretaciones de los actores son convincentes. Los efectos especiales y las criaturas fantásticas que se nos presentan están más que logrados y la banda sonora es estupenda. Por fin una película con una buena historia que contar.