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Voto de PrestonBodieBroadus:
7
2017
Noah Hawley (Creador), Noah Hawley ...
7.4
14,238
Serie de TV. Thriller. Drama. Comedia
Serie de TV (2017). 10 episodios. Tercera temporada. Minnesota, año 2010. Emmit Stussy, conocido como “el rey de los aparcamientos”, es un exitoso hombre de negocios con una próspera empresa y una familia feliz que se ve a sí mismo como un ejemplo para su comunidad. Por su parte, su hermano Ray es un oficial de libertad condicional, con una vida modesta y enamorado de la ex convicta Nikki Swango, que culpa a Emmit de todos sus ... [+]
14 de julio de 2017
35 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo la necesidad de volver a escribir una crítica para esta temporada, porque me precipité al hacerlo cuando solo tenía dos episodios vistos. Y ahora tengo una visión más global de lo que ha sido la temporada, en general. Lo que sí sabía es que era una temporada que se iba a aprovechar del hype sin la necesidad de emplearse a fondo para llevarse al bolsillo a muchos espectadores fieles desde la primera temporada (servidor)
Iré por partes, empezando por la estructura narrativa en general, siguiendo por los valores interpretativos y técnicos y acabando por el impacto emocional que ha causado en mí.
Iré por partes, empezando por la estructura narrativa en general, siguiendo por los valores interpretativos y técnicos y acabando por el impacto emocional que ha causado en mí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La estructura narrativa de la serie, al principio, prometía. Pero a partir del cuarto capítulo algo falla: la dirección que debía tomar se trunca y se empieza a centrar demasiado en los personajes femeninos. La coherencia interna empieza a fallar sobre todo por la actitud de los villanos, que parece que tiene un saber hacer implacable y una impunidad infinita por su tremendo ingenio, pero no. No dan miedo, no te lo crees. Varga es sin duda de todos los "malos" de esta serie, el que menos impone. Con sus historias antiguas y sus referencias históricas lo único que hace es aburrir, sin ni siquiera tener esto relación muchas veces con la acción en sí. Es un tirarollos.
Me fascina, eso sí, el intento que se hace en el capítulo en el que Gloria viaja a L.A. por penetrar de lleno en la psicología de este personaje, con la historia tan sencilla como hipnótica del robot WYH.
Los demás personajes son demasiado planos. No existe una evolución clara. Ni siquiera en el personaje de Emmit, que es el que parecía que de verdad iba a cambiar completamente e iba a sucumbir o qué se yo. Pero el rumbo que coge aburre al espectador.
El personaje de Nikki no me lo creo. ¿Una macarrilla de tres al cuarto que tiene unos conocimientos de diplomacia y chantaje como si estuviese en el hampa de los años 20? No.
Los matones de Varga dan entre risa y coraje (me quedo con el psicópata de Lorne Malvo o el indio de la segunda temporada: esos sí). ¿Eres capaz de volcar un autobús de la prisión y no eres capaz de rematar la faena? Menudos negados. Parece que son fríos y calculadores pero obviamente no. Y también parece que hay una necesidad forzadísima de salvar a determinados personajes en un momento y matarlos de la forma más dramática posible: Pura fórmula. No te lo crees.
La atmósfera es de lo mejor de la serie. Se transmite como una tranquilidad inquietante, en un sitio donde casi nunca pasa nada, pero cuando pasa... hay que agarrarse. Y con ese carácter de los de Minnesota, que más bobos no pueden ser. La música, sobre todo el tema principal, está bien, aunque hay algunos temas muy extraños. (La escena de la Appassionata me gusta mucho, el único twist que me convence de la serie, mezclando un poco el sarcasmo; aunque aquí también Varga se tira el rollo).
En fin, me mantuvo en vilo durante unos cuantos capítulos, pero fue decayendo y al final todo se hacía a la vez que previsible, muy aburrido. No ha habido un buen juego de confrontación-resolución, que es lo que se pide en una buena serie. Y no un uso desmedido de cliffhangers que no llevan a ningún sitio. Demasiado hype para lo que ha sido. Si hay una cuarta temporada, espero que la hagan con la misma ilusión y esmero de la primera, que hasta ahora es insuperable.
Me fascina, eso sí, el intento que se hace en el capítulo en el que Gloria viaja a L.A. por penetrar de lleno en la psicología de este personaje, con la historia tan sencilla como hipnótica del robot WYH.
Los demás personajes son demasiado planos. No existe una evolución clara. Ni siquiera en el personaje de Emmit, que es el que parecía que de verdad iba a cambiar completamente e iba a sucumbir o qué se yo. Pero el rumbo que coge aburre al espectador.
El personaje de Nikki no me lo creo. ¿Una macarrilla de tres al cuarto que tiene unos conocimientos de diplomacia y chantaje como si estuviese en el hampa de los años 20? No.
Los matones de Varga dan entre risa y coraje (me quedo con el psicópata de Lorne Malvo o el indio de la segunda temporada: esos sí). ¿Eres capaz de volcar un autobús de la prisión y no eres capaz de rematar la faena? Menudos negados. Parece que son fríos y calculadores pero obviamente no. Y también parece que hay una necesidad forzadísima de salvar a determinados personajes en un momento y matarlos de la forma más dramática posible: Pura fórmula. No te lo crees.
La atmósfera es de lo mejor de la serie. Se transmite como una tranquilidad inquietante, en un sitio donde casi nunca pasa nada, pero cuando pasa... hay que agarrarse. Y con ese carácter de los de Minnesota, que más bobos no pueden ser. La música, sobre todo el tema principal, está bien, aunque hay algunos temas muy extraños. (La escena de la Appassionata me gusta mucho, el único twist que me convence de la serie, mezclando un poco el sarcasmo; aunque aquí también Varga se tira el rollo).
En fin, me mantuvo en vilo durante unos cuantos capítulos, pero fue decayendo y al final todo se hacía a la vez que previsible, muy aburrido. No ha habido un buen juego de confrontación-resolución, que es lo que se pide en una buena serie. Y no un uso desmedido de cliffhangers que no llevan a ningún sitio. Demasiado hype para lo que ha sido. Si hay una cuarta temporada, espero que la hagan con la misma ilusión y esmero de la primera, que hasta ahora es insuperable.