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Santo Tomé y Príncipe Santo Tomé y Príncipe · São Tomé
Voto de Alexei:
9
Drama. Romance Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) es un ambicioso y joven profesor de tenis con escasos recursos económicos. Gracias a su amistad con Tom Hewett (Mattew Goode), consigue entrar en la alta sociedad londinense y enamorar a su hermana Chloe (Emily Mortimer). Tom, por su parte, sale con Nola Rice (Johansson), una atractiva americana, de la que Chris se encapricha nada más verla. El azar, la pasión y, sobre todo, la ambición llevarán a ... [+]
20 de diciembre de 2006
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película imprescindible para todo ser humano, que narra la “escalada” social de un ex tenista de renombre en un Londres apacible y cómodo como es el de los burgueses. Hasta aquí todo va bien, pero la cosa cambia cuando entra en juego una suerte de femme fatale, una imponente e inolvidable Scarlett Johansson.
Tras las conocidas carantoñas, ingeniosas situaciones y lúcida verborrea de su vertiente cómica, nos llega el Allen más pesimista y serio, y saca a relucir su vena más Bergmaniana (véase Septiembre). Años llevábamos los admiradores de Woody queriendo ver una película como ésta, después de presenciar una colección infumable de mediocridades.
Lo único que se le podría reprochar, que al menos a mí me chocó un poco, es la utilización de las elipsis de tiempo. Para mí el tiempo pasó demasiado rápido en la historia; pero vamos, algo ínfimo.
Una mención especial debiera hacerse a la música, un aria cantada por Caruso (dejando de lado el jazz) que se repite durante todo el metraje, y dota a la historia de una extraña y elegante cadencia hipnótica.
Buena iluminación, aunque para sus últimos trabajos ha ido alternando diferentes directores de fotografía, contando esta vez con Remi Adefarasin, en vez de con su habitual Carlo Di Palma.
Match Point consta de una narración donde todo el cine es posible; viéndola uno se olvida de uno mismo y del mundo en el que vive.
El impresionante trabajo de Jonathan Rhys Meyers se eleva por encima del de todos en este profundo, complejo drama, de oscuro y truculento poso, con un final demoledor como un disparo entre ceja y ceja. Película dura, que nos habla de la naturaleza humana sin llegar a ser pretenciosa ni pedante; no juzga, no da juicios de valor ni sermonea; desprendida de la nauseabunda moralina de la mayoría de las películas, aquí no hay más que la brutalidad de la ambición expuesta en un genial, rotundo y deslumbrante discurso donde tragedia y lucidez se dan la mano para lograr, una vez más, un escupitajo cargado de rabia hacia la mal llamada moral del mundo occidental convertido en obra maestra.
Alexei
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