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Voto de AGF:
7
15 de diciembre de 2010
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No podría definirse mejor de lo que lo ha definido el crítico entrecomillado al que todos leen porque la vista obliga a hacerlo. Tus ojos pasarán por encima de su frase, y aunque no estés leyendo, la imagen será procesada en tu mente, y habrás leído un recuerdo. Que es lo que me ha pasado.
Porque Leningrad blablabla boys Go America es una coña. Una guasa. Un salero de humor. Un pimentero lleno de humor. Una aceitera -¿o aceitero?- vacía de no-humor. Lo que pasa es que la evolución humana nos ha hecho distintos, pero nunca inferiores unos a otros en tanto en cuanto pretendamos asociar superioridad con raza, pues las razas no existen y la superioridad la dan cosas como la inteligencia, la bondad, la cultura, el dinero, el fútbol, etc... Y quizá porque somos distintos yo "sólo" le doy un 7 a esta película.
Tiene algunos gags tremendos. Como el de la cárcel. Detalles graciosos... En general está bien pensada. Mejor los momentos álgidos puntuales que el conjunto en su coyuntura. Y sus números musicales superan lo decente. Pero también es un poco aburrida a ratos, y es aquí donde entra en juego las diferencias entre seres humanos, entre sus culturas y entre su sentido del humor. Porque, yo qué sé, a lo mejor los humoristas de ese país de la cruz azul mal centrada en la bandera blanca llegan al escenario, están diez minutos fumándose un cigarro y la gente, mientras, se despolla.
[Sigue en spoiler sin spoiler]
Porque Leningrad blablabla boys Go America es una coña. Una guasa. Un salero de humor. Un pimentero lleno de humor. Una aceitera -¿o aceitero?- vacía de no-humor. Lo que pasa es que la evolución humana nos ha hecho distintos, pero nunca inferiores unos a otros en tanto en cuanto pretendamos asociar superioridad con raza, pues las razas no existen y la superioridad la dan cosas como la inteligencia, la bondad, la cultura, el dinero, el fútbol, etc... Y quizá porque somos distintos yo "sólo" le doy un 7 a esta película.
Tiene algunos gags tremendos. Como el de la cárcel. Detalles graciosos... En general está bien pensada. Mejor los momentos álgidos puntuales que el conjunto en su coyuntura. Y sus números musicales superan lo decente. Pero también es un poco aburrida a ratos, y es aquí donde entra en juego las diferencias entre seres humanos, entre sus culturas y entre su sentido del humor. Porque, yo qué sé, a lo mejor los humoristas de ese país de la cruz azul mal centrada en la bandera blanca llegan al escenario, están diez minutos fumándose un cigarro y la gente, mientras, se despolla.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Vale, puede que no sea el mejor ejemplo. Pero se rumorea en las conversaciones intrascendentes de esta sociedad por costumbre demagoga que allí en los países donde hace más frío que dentro de un Vitrasa que la gente tiene un sentido del humor o bien muy raro, seco*, o bien inexistente. No sé si tiene que ver con cosas de nazis o comunistas, pero es posible y a lo mejor Leningradetc tiene ese tipo de humor pétreo, que a veces consigue arrancar la sonrisa pero otras ni viene ni va a ninguna parte, por ser muy del norte, en vez de de Monforte.
En resumen: me dio un poco el sueño. Puede que fuera por razones humorístico-culturales. O sólo culturales, como eso de que los chinos vayan de buena gana al cine a ver películas de cuatro horas (en las que además es probable que no pase nada, para mayor deleite del hombre asiático), cuando aquí el cine tendría que venir a nosotros, por mucho paro y tiempo libre que haya. Pero puede que no fuera por esas razones, que todo lo que sostengo en esta crítica sea mera habladuría y que lo haya escrito sólo porque he decidido adelantar casi tanto como el Corte Inglés la Navidad y dejarme a la deriva del "nada que hacer".
*Curioso: intentando escribir "seco" escribí "sexo". Fue un grito de mi subconsciente, más seguramente que un error de precisión dactilar.
Feliz año.
En resumen: me dio un poco el sueño. Puede que fuera por razones humorístico-culturales. O sólo culturales, como eso de que los chinos vayan de buena gana al cine a ver películas de cuatro horas (en las que además es probable que no pase nada, para mayor deleite del hombre asiático), cuando aquí el cine tendría que venir a nosotros, por mucho paro y tiempo libre que haya. Pero puede que no fuera por esas razones, que todo lo que sostengo en esta crítica sea mera habladuría y que lo haya escrito sólo porque he decidido adelantar casi tanto como el Corte Inglés la Navidad y dejarme a la deriva del "nada que hacer".
*Curioso: intentando escribir "seco" escribí "sexo". Fue un grito de mi subconsciente, más seguramente que un error de precisión dactilar.
Feliz año.