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España España · Huelva
Voto de Anibal:
1
Fantástico. Aventuras. Drama Adaptación de un cuento para niños de Maurice Sendak. Cuando Max, un niño desobediente, es enviado a la cama sin cenar, se zambulle en un mundo imaginario creado por él y que está poblado por feroces criaturas que le obedecen ciegamente. (FILMAFFINITY)
28 de marzo de 2010
18 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todavía no salgo de mi asombro cuando veo lo sobrevalorada que está éste auténtico pestiño que no hay por donde cogerlo. Me importa poco lo que la encumbre la crítica especializada, yo desde luego no me voy a dejar llevar por la corriente, al parecer culta y de buen cinéfilo, para alabar este filme, ya que me ha dejado la sensación de que he visto una boñiga pestilente. Así que voy a decir claramente y sin cortarme lo más mínimo que la cinta es un Truñaco como una catedral de grande, que lo único que consigue es hacerte bostezar y ponerte de los nervios de lo mala y aburrida que es. Exceptuando una buena fotografía y unos decentes efectos especiales, que son lo único digno de mención, el resto es un despropósito total, una práctica ausencia de cualquier cosa a la que poder llamar cine. En este tipo de películas, sensibleras y que intentan despertar al niño interior que llevamos dentro, queda de puta madre darle una buena nota y hablar bien de ella. Creedme cuando os digo que soy el primero al que le gustaría hacer una crítica positiva, pero me es imposible, me siento en la obligación de acribillar a esta pretenciosa porquería fílmica (aunque sólo sea con la esperanza de que alguien me lea y le evite visionar este esperpento). Centrándome ya en el filme, lo primero es decir que su guión es una estupidez que no tiene ni pies ni cabeza. Tal y como transcurre la película, se supone que lo que vive el niño es real, me quedé esperando que se mostrara de alguna manera (aunque fuera brevemente), pues que se había dormido y todo era un sueño, o que el niño estuviera mal de la cabeza y todo fuera fruto de su imaginación. Pues no, se le debió de olvidar al director hacerlo, o pensó que eso no importaba explicarlo, o que directamente se suponía. Yo que sé, quizás pensó: "pues no digo nada y que salga un producto raro de esos que a la gente les da por decir que es una película de culto". En fin, sea como fuere el guión es de vergüenza. El protagonista es un odioso niño que te entran ganas de cruzarle la cara a bofetadas desde el minuto 1. ¡Qué pena de niño más repelente e imbécil!. ¿Y dónde me dejas a los monstruos cabezones de peluche?...¡Puff!. ¿Habéis visto el anuncio de "¡Oh, brother!" del coche Seat Altea XL?. Pues uno de los bichos es calcado. Nada más verlo, ya tuve la sensación de que me iban a tomar el pelo. Y ese no es el único peluche penoso que verás. La historia no avanza para nada y está plagada de diálogos sensibleros y estúpidos. Y cuando no están diciendo paridas, se dedican a poner al crío coñón o a las ladillas gigantes corriendo de un lugar para otro y berreando como cabras. A mitad del metraje, no sabes ya si pegarte un tiro, romper el reproductor, o simplemente echarte a dormir. En conclusión, "Donde viven los monstruos" es un tedio espantoso, un aborto digno de llevarse las manos a la cabeza, vaya. Mi consejo es que no la veáis bajo ningún concepto.
Anibal
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