La lista de Schindler no es una película fácil de ver y de digerir. El director nos transporta y nos introduce con una fotografía sin color, dentro de un pasado escalofriante, en qué las maldades cometidas por un grupo de soldados nazis enloquecidos, son plasmadas en la película con un realismo y una dureza, que no pueden dejar a nadie indiferente.
Los actores de este film asumen su papel con un realismo tan sobrecogedor y auténtico, qué nos olvidamos que estamos delante de una película. Mención especial merece Ralph Fiennes, da vida a un sádico y amoral oficial nazi, en una perfecta interpretación donde destila la maldad por todos los poros de su piel.
Resumiendo: película imprescindible, pero dura y lastimosa de ver.