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Voto de Andreu Todo:
39,818
Thriller. Drama
James Donovan (Tom Hanks), un abogado de Brooklyn (Nueva York) se ve inesperadamente involucrado en la Guerra Fría entre su país y la URSS cuando se encarga de defender a Rudolf Abel, detenido en los Estados Unidos y acusado de espiar para los rusos. Convencido de que Abel debe tener la mejor defensa posible, Donovan incluso rechazará cooperar con la CIA cuando la Agencia intenta que viole la confidencialidad de comunicaciones entre ... [+]
2 de abril de 2024
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Nota: 7,5
En una de sus etapas más interesantes como creador Spielberg hacía gala de su capacidad para narrar con un pulso y planificación envidiables
El humanismo, la integridad y la justicia frente a la política de despacho, de enroques e intercambios de peones. Un film que plantea dilemas pero que, como La lista de Schindler (1993), a nivel ético y político puede ser acusado de barrer para casa (nunca mejor dicho con su insistencia en edulcorar las historias con guiños a la familia), lastrando su amplitud de miras*. Pero, si Donovan antepone el proceso y la legalidad a la ideología, merece la pena también centrarse en lo específicamente cinematográfico, los mecanismos formales y narrativos.
En la primera escena Abel crea una imagen distorsionada de si mismo que parte no de la realidad sino de un reflejo, de un espejismo. ¿Habla Spielberg de su propia imagen como director, la idealizada a lo largo de las décadas y la que desea proyectar? Si Abel tiene la actitud impasible del que se sabe Dasein, ser-para-la-muerte, ¿es sabedor también Spielberg? Y más aún: el mismo cuestionamiento al que se somete Donovan es el que ha padecido él. A la postre, el héroe de esta historia resta abatido, exhausto por el ejercicio de dicha condición.
Narrar con imágenes. Siempre fue su punto fuerte. La ambientación, la puesta en escena o el montaje son un disfrute. Esas siluetas nocturnas bañadas por la densa lluvia noir, cómo corta la respiración con el U-2, la planificación y tempo en el puente. Ejemplos de realización de altura. Lo mismo con la rima visual de los niños saltando la valla; un simple acto que significa todo un mundo.
*Respecto al supuesto discurso y las servidumbres apuntadas más arriba, en la película se escribe: “Dame algo a lo que aferrarme. Me da igual que no sea la verdad.” Quizás seguimos creyendo en la posibilidad de una verdad en la recreación histórica. ¿Se situaba el mismo Spielberg en otro plano de escritura posmoderna en esta nueva etapa, tendiendo puentes en el plano de lo metafórico y la fábula? Sería interesante releer la supuesta militancia de su trayectoria bajo este nuevo paradigma.
@laquimeracultural
En una de sus etapas más interesantes como creador Spielberg hacía gala de su capacidad para narrar con un pulso y planificación envidiables
El humanismo, la integridad y la justicia frente a la política de despacho, de enroques e intercambios de peones. Un film que plantea dilemas pero que, como La lista de Schindler (1993), a nivel ético y político puede ser acusado de barrer para casa (nunca mejor dicho con su insistencia en edulcorar las historias con guiños a la familia), lastrando su amplitud de miras*. Pero, si Donovan antepone el proceso y la legalidad a la ideología, merece la pena también centrarse en lo específicamente cinematográfico, los mecanismos formales y narrativos.
En la primera escena Abel crea una imagen distorsionada de si mismo que parte no de la realidad sino de un reflejo, de un espejismo. ¿Habla Spielberg de su propia imagen como director, la idealizada a lo largo de las décadas y la que desea proyectar? Si Abel tiene la actitud impasible del que se sabe Dasein, ser-para-la-muerte, ¿es sabedor también Spielberg? Y más aún: el mismo cuestionamiento al que se somete Donovan es el que ha padecido él. A la postre, el héroe de esta historia resta abatido, exhausto por el ejercicio de dicha condición.
Narrar con imágenes. Siempre fue su punto fuerte. La ambientación, la puesta en escena o el montaje son un disfrute. Esas siluetas nocturnas bañadas por la densa lluvia noir, cómo corta la respiración con el U-2, la planificación y tempo en el puente. Ejemplos de realización de altura. Lo mismo con la rima visual de los niños saltando la valla; un simple acto que significa todo un mundo.
*Respecto al supuesto discurso y las servidumbres apuntadas más arriba, en la película se escribe: “Dame algo a lo que aferrarme. Me da igual que no sea la verdad.” Quizás seguimos creyendo en la posibilidad de una verdad en la recreación histórica. ¿Se situaba el mismo Spielberg en otro plano de escritura posmoderna en esta nueva etapa, tendiendo puentes en el plano de lo metafórico y la fábula? Sería interesante releer la supuesta militancia de su trayectoria bajo este nuevo paradigma.
@laquimeracultural
