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España España · Mojácar
Voto de Ranxomare:
4
Comedia En una pequeña ciudad provinciana, a unas burguesas ociosas se les ocurre la idea de organizar una campaña navideña cuyo lema es: "Siente a un pobre a su mesa". Se trata de que los más necesitados compartan la cena de Nochebuena con familias acomodadas y disfruten del calor y el afecto que no tienen. Plácido ha sido contratado para participar con su motocarro en la cabalgata, pero surge un problema que le impide centrarse en su trabajo: ... [+]
6 de febrero de 2016
11 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra maestra cómica de alabanzas sin parangón, retrato social cínico de una decadente y oscura España cercana, aires de reformismo bajo el fuego de la opresión nacional, … Son muchos los calificativos de esta obra cinematográfica, todos positivos, de críticos de uniforme, de críticos de a pie, o de alegres plumas del reloj, pero, y todo tiene un pero, no todos opinamos igual.

Voy a contracorriente, desde el vasto y acogedor Mar de autoengaño para satisfacer a los de paso, yo, busco el origen, busco mi propio ser, sin influencias, mi firme opinión. Un film cómico, sin duda, pero sin gracia. Un retrato social, ¿real? Mentira, cercano, pero inflado con el despotismo de su director. Hambruna, eso es cierto, pero fue mucho más duro, en soledad, pocos llegaban a viejos y casi todos los que llegaban deseaban haber muerto, pero aún así, había pan, había monjas y había falsa solidaridad, pero no había sonrisas en las frías noches de diciembre bajo el dulce manto de estrellas que invitaba a la Guadaña.

Es sencillo alabar lo que se desconoce, el padecimiento y el dolor de la inmensa mayoría que viven en los cementerios, pero casi todos son incapaces de apreciar el verdadero dolor del día a día de su propio barrio, y ahí es donde comienza la crítica de esta película, en tu día a día, por eso el film no deja de ser una burda broma cómica de mal gusto sobre el dolor, la pena y las lágrimas de muchos, que no fueron capaces de sacarle una mueca de aprobación, esperando en una cola solidaria ese cínico plato caliente de Navidad, pudiendo ser nuestra última cena.

Esa es la España que transmitimos al mundo a través del séptimo arte, risas en vez de lágrimas, por el dolor, el hambre o la muerte, un país alegre que sonríe ante las desgracias mientras la verdadera sociedad sufre por las nefastas y pésimas adaptaciones de los dramas nacionales. En resumen, no me gusto casi nada y por supuesto, no me hizo gracia alguna.
Ranxomare
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