No es una gran película eso está claro, perfectamente podríamos verla en la televisión en plan "mini serie", y supongo que aburrirnos de lo lindo si lo que pretendíamos era ver un truculento y terrorífico film sobre la leyenda de la condesa. Lo novedoso es cómo se trata la historia (más allá del manido recurso del cronista que todo lo vivió y que huele a propaganda para limpiar “la leyenda negra” que tantos mitos nos ha dado la Guerra contra los turcos – me refiero por ejemplo a Dracula-).

Y es que por primera vez la leyenda queda pues eso, como leyenda, algo probablemente creado por los enemigos políticos cuyos fines eran más bien poseer tierras y poder, dejando al margen si la Doña era o no una cruel noblecita (cosa que no me extrañaría, pero más que nada porque es algo normal y que nadie se plantearía si estaba bien o no, a ver si nos creemos que los nobles eran todos super majos ellos y pensaban que sus sirvientes se merecían igual trato que los nobles, vamos que estaba a la orden del día).

Destacable es también la fotografía, la caracterización histórica, la iluminación y el vestuario, muy realista y casi casi impecable históricamente, a esto le uno lo ya dicho, la novedad en el guión sobre esta historia – leyenda.

Y ahora la mala noticia: Los actores no crean esa sensación de realidad necesaria para mantenernos en la trama, la larga duración, de repente surgen “efectos mágicos” de en medio de lo que se nos pretendía hacer ver como realidad histórica (en spoiler explico), que la condesita es una pobrecita de lo más buenecita que cura a la gente y todo, la aparición de un Caravaggio de la nada para tener un affair con la señora, de forma que todo ello lo que me acaba generando la idea de que los países participes de este film (Eslovaquia / Republica Checa / Hungria / Reino Unido) intentan un lavado de imagen de la Bathory.