Martillo para las brujas es una película tremendamente lineal. La primera media hora de metraje se dedica a presentarte a los personajes para después repetir la misma situación una y otra vez. En principio no suena muy atractivo el planteamiento, pero por algún motivo, estamos ante una película bastante entretenida. No descarto que el demonio esté detrás de todo esto.

La película empieza con un monje siniestro marcándose un speech bastante misógino, fundamentalista cristiano y anti brujería. Supongo que estos textos estarán sacados del libro El Malleus Maleficarum, libro que usaban los inquisidores como guía para llevar a cabo sus juicios contra la brujería. Este recurso lo usaran durante toda la película usando estos cortes como transición entre escenas. Esto dota a la película de un tono más oscuro y siniestro.

Respecto a la tortura, la película no se corta en mostrar escenas de violencia explícita, pero sin recrearse en ellas.
Martillo para las brujas se posiciona claramente en una postura anti inquisición (no creo que sorprenda a nadie), mostrando las cloacas de esta constantemente. Veremos una inquisición avara, mentirosa, muy cruel, lasciva y manipuladora. Se esfuerzan constantemente en presentar al personaje del inquisidor como un ser despreciable, haciendo que en cada escena que aparece provoque más asco que en la anterior.

En resumen, estamos ante una película basada en una época muy oscura, donde nos presentan una intensa crítica al papel que jugó la inquisición en la sociedad, así como la frustración e incapacidad que tenían los ciudadanos para luchar contra ella.