Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · 544 Camp Street. New Orleans
Voto de Jinete nocturno:
9
Thriller. Drama Jackie Brown (Pam Grier) es una azafata de vuelo que necesita dinero y hace de correo para Robbie, un mafioso buscado por la policía. Un día es sorprendida en la aduana y acusada de tráfico de drogas y evasión de capital. Sólo podrá evitar su ingreso en prisión, si acepta una propuesta de la policía: ayudarles a llegar hasta Robbie. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2009
35 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta noche finalmente he visto Jackie Brown. Hasta este día, así de estúpido es uno, me había dejado guiar por todas esas opiniones que decían la definían como “aburrida” o “fallida”, como “una obra menor de Tarantino”. Lo había ido posponiendo, dejándolo como algo pendiente. Y en efecto, no es su película más brillante, ni la más entretenida. Ni siquiera es la mejor dirigida.

Solamente es su película más bella. Sólo eso.

Hasta ahora, y lo digo como incondicional, creía tener una idea de quién era Tarantino y que podía ofrecerme. Gozaba de sus diálogos desmadrados y de sus brillantísimas payasadas, de su humor socarrón, brutalmente inteligente y con un punto surrealista; me pegaba a la pantalla para ver desfilar a su galería de perdedores: atracadores vendidos, gánsteres de cuarta, matones yonquis, boxeadores sonados… todos ellos frescos, creíbles, profundamente humanos, alejados de los gastados estereotipos; me recreaba en su fascinante uso de la violencia, tan brutal como naif; y, por supuesto, me quitaba el sombrero ante su inimitable sentido de la narración y el montaje. Eso, ni más ni menos, era Tarantino.

Sí, ese era el tipo al que admiraba: a un jodido niñato con 180 de coeficiente de intelectual y toneladas de cine (bueno y malo) a medio digerir en el cuerpo. Genial, pero superficial; eso hubiera jurado. Pero estaba equivocado. Porque ese, ahora lo sé, no es Tarantino, sino sólo su disfraz.

Ahora lo he visto: tras esa máscara, tras la careta de L'enfant terrible que él mismo se puso y de la que ahora no consigue desprenderse, hay lucidez y serena melancolía, hay hondura y dolor contenido. Se esconde un arrebatado romántico en perpetua búsqueda de sus perdidos paraísos, que contempla con inextinguible asombro y admiración el cotidiano espectáculo del mundo, la absurdez de la existencia. Un hombre que mira con infinita ternura a los perdedores y los desheredados, a sus perdedores, y que trata de enmendar la plana al mundo dándoles en el cine la dignidad que la vida les ha negado. Un hombre que a sus treinta y cuatro años (esa era su edad) sabe ya demasiado, más de lo que le gustaría. Que está de vuelta de todo, sí; pero que aún y todo quiere volver.

Eso es Jackie Brown, la única verdadera película de Quentin Tarantino: su alma desnuda durante ciento cuarenta minutos. Contenida, sobria, elegante y, sí… gris, taciturna, melancólica… Como lo es la vida misma, esa que pocos contemplan con tanta lucidez como el propio Tarantino.

Nada hay nada de extraño en que se la tenga por “fallida” y “decepcionante”, que sea deliberadamente ignorada: nadie desea contemplarse ante un espejo. El cine es un lugar de evasión; de bonitas mentiras, no de lúcidas verdades.
Tampoco lo hay en que tras esta obra Tarantino se pasase casi una década en el dique seco o en que ahora haya entrado en franca decadencia y parezca empeñado caricaturizarse a sí mismo: cuando uno se ha desprendido de la máscara es imposible volver a vestirla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow