Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · 544 Camp Street. New Orleans
Voto de Jinete nocturno:
7
Drama Cuando una monja, Agnes asegura haber recibido la visita de Dios y haberse quedado embarazada, la psiquiatra Martha Livingston decide investigar el caso para llegar al fondo del asunto. (FILMAFFINITY)
7 de abril de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película triste, amarga, sin espacio a la esperanza. Justo la película que alguien en mi actual estado, un tanto de bajona, no debería haber visitado. Pero ya está hecho, y me quedo con el sabor a hiel.

La película es justo lo que parece: no hay misterios, no hay giros, no hay redención para su patética protagonista. No hay espacio, ni siquiera, para el happy end estúpido y forzado al que tan malacostumbrados nos tiene Hollywood y que por una vez tanto he echado de menos. Y de ahí su grandeza: Como en la vida misma, lo absurdo se sobrepone a la vulgaridad de lo previsible.

Agnes, una joven novicia en un convento de clausura, es investigada por la policía tras parir un hijo muerto, aparentemente estrangulado por su propio cordón umbilical. Jane Fonda interpreta a la psicóloga encargada en indagar en la supuesta parricida y dilucidar si es verdaderamente culpable o siquiera imputable. Hasta ahí, lo que podría haber sido la premisa de un thriller palomitero. Pero no, no son esos los derroteros que elige seguir este film. En realidad, no tardamos ni cinco minutos en comprender que Agnes, a la que da vida una magnífica Meg Tilly, es un juguete roto, una criatura patética e indefensa, a la que una madre ultrarreligiosa y atormentada destruyó siendo aún niña: afirma sin despeinarse que los ángeles cantan por su boca, y que el hijo que concibió fue obra de Dios. Y nada absolutamente a lo largo del film te hará plantearte ni por un instante que no haya enloquecido, así que no insultaré tu inteligencia adelantándote nada sobre el obvio y nada sorprendente final.

Por supuesto, la película, que se llevó tres nominaciones a los Oscar en su año (Anne Bancroft, Meg Tilly y BSO), levantó no pocas ampollas: es fácil ver una crítica feroz a la irracionalidad religiosa y cómo esta puede destruir completamente a determinados individuos. Pero creo que esta es una lectura corta o sesgada. Si algo me ha trasmitido la película es la amarga advertencia de hasta qué punto nuestras obsesiones o prejuicios (religiosos o no) pueden dañar irremediablemente a inocentes, incluso a aquellos que amamos.

Lo dicho. Película amarga y nada amable, que esconde un par de enseñanzas valiosas sobre la vida.
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow