He puesto un 7, por la actuación de Ray Liotta, que me pone mucho en el papel de malo. En este caso es un policía el que sufre el síndrome, pero puede sufrirlo cualquier profesional.
El personaje de Russel aprende a utilizar un arma al final de la película, cuando al principio era reticente a la hora de defender la vida de su mujer, al final es capaz de descerrajar tiros al policía que sólo pretendía seducir a la buena señora...en fin, el gato pone el toque noir, es el héroe que delata a Ray, gatos y policías como que no han hecho migas en la peli.
Geniales los secundarios, sobre todo el que recibe la paliza de Ray.