Stanley Kubrick tocó muchos palos y de ahí que se haya quedado en la historia del cine como uno de sus genios, por lo menos yo me incluyo entre estos seguidores.

Dos años antes sus protagonistas, Douglas y Curtis habían trabajado en otra película de época, Los vikingos, pero era muy light y con mucho menos presupuesto. Sin embargo, aquí cuenta con todo, dinero, productora que respalda la producción sin problemas, un reparto de élite y una historia real donde sacar partido a todos estos ingredientes.


Ya de por si la historia del gladiador tracio Espartaco es muy atractiva, invito a todo aquel que desee satisfacer su curiosidad a leerla, aunque Kubrick en plan soy el macho que más mea, se haya permitido sus "típicas licencias" y aporte a la historia hechos que jamás ocurrieron, pero que comercialmente quedan mejor en pantalla. Y me refiero exactamente a todo aquello que habla del cuerpo de Espartaco y las crucifixiones.

Me habría gustado más que la peli nos ofreciera más acerca del personaje y no de lo que hizo a posteriori de lograr su libertad. Si conocemos el sufrimiento, por lo que pasó y lo que perdió anteriormente, podremos entender mucho mejor al tracio y sus comportamientos posteriores. Su afán no por el dinero y el poder, que lo pudo haber tenido, sino por el orgullo de no vivir como esclavo, sino como un hombre libre.

Se ha potenciado mucho la parte romántica, dándole un papel más que importante a su amada y a todos los que la rodean, incluso en la escena final tiene su gran protagonismo. Que le vamos a hacer si queda bien en pantalla.

Las filmaciones en exteriores me encantan, me parecen que a este tipo de historias le aportan grandeza, solo hay que disfrutar de esas grandes batallas en esas enormes llanuras donde dos bandos pelean cara a cara contra el enemigo, sin trampa, ni cartón. Para estar hablando del año 1960, me he encontrado mejor coreografía de peleas en ésta película que en muchas otras de nuestro tiempo, donde ni tan siquiera somos capaces de distinguir quien pertenece a un bando o a otro.

En cuanto a actuaciones, destacar evidentemente a Douglas, pero resaltaría al grandioso Tony Curtis, aprovechando sus escasos minutos en pantalla o al enorme Charles Laughton. Y me ha encantado ver un gran papel protagonista a la bellísima Jean Simmons.

Una grata película de aventuras, que no se hará para nada larga a pesar de sus más de tres horas de proyección.