Segunda entrega de la historia del súper soldado que se sucede justo después de los hechos vistos en The Avengers, ahora bajo la dirección de los hermanos Anthony y Joe Russo (You, Me and Dupree) y escrita por Christopher Markus y Stephen McFeely, los mismos de la primera del Capitán América y de Thor: The Dark World.

La película arranca mostrándonos a Rogers (Chris Evans) en su cotidianeidad, con escenas llenas de humor de un personaje al que le cuesta ubicarse en el mundo actual, de ahí pasamos de lleno a la acción donde el humor se mantiene a la par de los flirteos entre Rogers y Black Widow (Scarlett Johansson).

Pero a pesar de ser una película llena de acción, con toques de romance y comicidad, el género que prevalece en el relato es el de la intriga. S.H.I.E.L.D. ha sido infiltrada, Nick Fury sufre un ataque mortal y todas las sospechas caen sobre el Capitán América.

A partir de acá, al más puro estilo de aquellas películas de los 70´s, sobre todo algunos thrillers de Sidney Pollack, la trama girará en torno a delatar a quién está detrás de las operaciones que amenazan a la poderosa agencia para la que trabajan los super hombres y que pretender colapsar al mundo entero.

Para reforzar la intriga, aparece Robert Redford, el héroe de aquellas lejanas películas, como el malvado que encabeza la insurrección que habrá de enfrentar al Capitán América con su nuevo némesis, El Soldado de Invierno, un hombre con un brazo poderoso con el que comparte cierto pasado.

Con espectaculares e imponentes secuencias de acción, (maravillosa la de la persecución a Samuel L. Jackson en la camioneta), peleas cuerpo a cuerpo perfectamente coreografiadas y un nivel actoral bastante aceptable, Capitán América acierta al dotar de humanidad tanto al héroe como al villano, y funciona bastante bien.