Una película que intenta en todo momento parecer una producción hollywoodense, Daniel Calparsoro toma prestados muchos momentos de películas como Rápido y furioso pero lo hace con poco corazón.

Mikel está de novio con Julia, una mujer dueña de una importante joyería, a quien abandona al conocer a Ari, una chica que trabaja como mesera en un evento al que asiste, con ella Mikel empezará a interesarse en las carreras de autos, donde sin saberlo es la víctima de un plan que tiene a Ari como gancho y que lleva a cabo ella junto a su novio Navas, en el que sería su último golpe.

Con una puesta en escena plana, personajes sin matices; los buenos son buenos, los malos muy malos y los tontos son tontos, y un guión caprichoso que deja la supuesta atracción principal de la película (las carreras de autos), como una mera anécdota.

Y es que a partir del inicio de un triángulo pasional entre los protagonistas, cada secuencia se debate entre el drama y el thriller dejando las carreras clandestinas y centrándose en entre una intriga sin tensión y un romance carente de pasión y química.

Siendo una realización de los mismos productores de películas como ‘Tres metros sobre el cielo’ y ‘Tengo ganas de ti’, el resultado es un film muy light que sigue la misma fórmula, y a pesar de su intención de ser un trepidante thriller de acción, termina por ser un mero producto para consumo adolescente.