Excepcional obra maestra dentro del cine de culto generado en la primera mitad de la década de los ochenta. Una pieza cinematográfica única y seguramente irrepetible con origen Filipino en la que Lando San Miguel (Ramón Revilla) sufre un asalto en el que matan a su hijo y secuestran a su hija. Lando, al más puro estilo Chuck Norris, decide vengar a su hijo y recuperar al miembro restante de la familia, aunque eso suponga enfrentarse al mismísimo Satán.
En ese momento es elegido por Dios, el niño jesus y su tío Miguel para utilizar las fuerzas del bien contra Satán y sus colegas; Es entonces cuando comienza la maravillosa aventura del señor Revilla contra el mal.

Una película con un guión extenso y denso, un vestuario sin escatimar en recursos imaginativos y creativos, una trama que engancha y mantiene al publico en tensión hasta la batalla final, fantásticos e ingeniosos efectos especiales que van desde rayos mágicos, escudos de fuerza, teletransporte y hasta una exploción volcánica.
El señor Efren Piñon en este film consigue fusionar a la perfección un amplio abanico de géneros con lo que contenta a todo tipo de espectadores: acción, terror, fantástico, drama, aventura y amor. También incluye una escena magna para contentar a los amantes del gore, mediante una piedra que mutila el cuerpo de uno de los personajes.

Lo único que no termino de gustarme de la película es su música, el principio es horrendo musicalmente hablando, a medida que la película avanzaba la música paso más desapercibida, no se si por acostumbrar el oído o por lo absorto que me tenía las aventuras del señor Lando.
El cartel o caratula es otro aspecto negativo, ya que da a entender que es la típica película de bárbaros contra criaturas fantásticas, y para nada se queda en eso... Killing of Satan va mucho mas allá...