Esta película reúne lo bueno de los documentales, de las películas de fantasía, y de las más caras superproducciones de Hollywood. Le falta una cosa y desborda otra. Le falta un reparto de actores, y rezuma técnica y calidad. Esta película es real, las tomas no están más trucadas que cuando graban en la sabana, simplemente han puesto más medios para contar una realidad que nos concierne a todos de alguna u otra manera. No sólo hablamos de biodiversidad, sino de el derecho a que las futuras generaciones disfruten bañándose en agua limpia y a que vean ballenas. Con tomas sencillamente geniales, una banda sonora como fiel rémora, y una moraleja que nos "refrescará" nuestra concepción del charco que tenemos frente a la costa, habla de cuán grande es el mar y de la urgencia que existe en cuidarlo. Si les gusta la naturaleza, o simplemente si les gusta disfrutar de un espectáculo de azules, ésta es su película.