Media votos
5.3
Votos
1,889
Críticas
15
Listas
7
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Ajel:
8
7.8
157,297
Bélico. Acción. Comedia
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En la Francia ocupada por los alemanes, Shosanna Dreyfus (Mélanie Laurent) presencia la ejecución de su familia por orden del coronel Hans Landa (Christoph Waltz). Después de huir a París, adopta una nueva identidad como propietaria de un cine. En otro lugar de Europa, el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) adiestra a un grupo de soldados judíos ("The Basterds") para atacar objetivos concretos. Los ... [+]
15 de mayo de 2011
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes que nada, cualquiera que vaya a ver una película de Tarantino se hace una idea general en la cabeza. Buenos diálogos, planos dignos del Olimpo, escenas memorables y una lista de actores que puede ser reconocible (con caras famosas) o puede traernos algo nuevo.
En Inglorious Basterds nos encontramos con algo diferente a lo que estábamos acostumbrados cuando veíamos un film de Quentin: innovación. Con esto no quiero decir que tenga malos diálogos, escenas cutres o planos amateurs; me refiero al hecho de encontrarnos con una nueva mentalidad a la hora de preparar esta película, un nuevo aire -pero sin dejar atrás pequeños vestigios "tarantinianos"-, algo nuevo que aún no podemos clasificar. Al menos yo.
Malditos Bastardos nos presenta un cine bélico sin "santiguaciones", ni desembarcos, ni tomas de colinas -tampoco desde el punto de vista político-; también nos presenta un western sin sombreros, caballos o
- "eh tú"
- "¿te refieres a mí?"
Ante nosotros tenemos una cinta presentada por capítulos, políticamente correcta, entretenida y con dosis de acción y humor bien repartidas a lo largo de toda la película.
Para mi, una película fantástica que rompe, por así decirlo, con lo anterior pero tomando algunos rasgos de siempre. Recomendable 100% -quizá en VOSE puede ser lioso debido a estar grabada en 3 idiomas diferentes- y, algo que creo que es importante, hay que verla para estar preparados para el nuevo cine que está por venir.
En Inglorious Basterds nos encontramos con algo diferente a lo que estábamos acostumbrados cuando veíamos un film de Quentin: innovación. Con esto no quiero decir que tenga malos diálogos, escenas cutres o planos amateurs; me refiero al hecho de encontrarnos con una nueva mentalidad a la hora de preparar esta película, un nuevo aire -pero sin dejar atrás pequeños vestigios "tarantinianos"-, algo nuevo que aún no podemos clasificar. Al menos yo.
Malditos Bastardos nos presenta un cine bélico sin "santiguaciones", ni desembarcos, ni tomas de colinas -tampoco desde el punto de vista político-; también nos presenta un western sin sombreros, caballos o
- "eh tú"
- "¿te refieres a mí?"
Ante nosotros tenemos una cinta presentada por capítulos, políticamente correcta, entretenida y con dosis de acción y humor bien repartidas a lo largo de toda la película.
Para mi, una película fantástica que rompe, por así decirlo, con lo anterior pero tomando algunos rasgos de siempre. Recomendable 100% -quizá en VOSE puede ser lioso debido a estar grabada en 3 idiomas diferentes- y, algo que creo que es importante, hay que verla para estar preparados para el nuevo cine que está por venir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Personalmente no recordaba que estaba en una película de Tarantino hasta que no ha llegado la escena del bate de beisbol con "oso judío" -algo largo la parte de los golpes a mi entender, pretendiendo dar miedo, aunque ha acabado produciéndome risa- y las escenas de presentación de los bastardos.
Muy aceptable las notas que nos pone el director, casi pasan desapercibidas, pero son geniales. Así como la explicación de lo inflamables que son las películas y la narración de, ni más ni menos, Samuel L. Jackson.
Tremenda escena final.
Muy aceptable las notas que nos pone el director, casi pasan desapercibidas, pero son geniales. Así como la explicación de lo inflamables que son las películas y la narración de, ni más ni menos, Samuel L. Jackson.
Tremenda escena final.