Así como District 9 era una película original, corrosiva, con nervio y garra, que destacaba notablemente por encima de la media, Chappie es un entretenimiento infumable para preadolescentes poco exigentes el sábado por la tarde. No perdáis dos horas de vuestra preciosa vida tratando de encontrar algo valioso en esta cutrez de película. Los personajes no tienen ninguna credibilidad ni enjundia, la historia ninguna verosimilitud, la sensiblería que pretende despertar usa recursos que ofenden a la inteligencia y todo es una colección de sinsentidos y tópicos. Difícilmente se podía caer más bajo. Los robots se los han currado, es lo único positivo que se me ocurre decir. Una pena.