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Voto de Nick Churris:
6
Drama Georges y Anne, dos ancianos de ochenta años, son profesores de música clásica jubilados que viven en París. Su hija, que también se dedica a la música, vive en Londres con su marido. Cuando, un día, Anne sufre un infarto que le paraliza un costado, el amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues lo siento por la peña, pero no me ha parecido una obra maestra ni mucho menos. Haneke es un maestro en lo suyo, como yo en lo mío, ni más ni menos, y por supuesto es un maestro en ese miserabilismo gélido que se la pone tan dura a mucho moderno pijo o progre. Y no digo yo que no sea original, si pero me ha parecido una cinta maniquea y ventajista.
Al revés que la mayoría de las últimas películas de renombre en la que la primera media hora era espectacular y luego decaía. El Amor es al revés tediosamente fría y descriptiva y con una media hora final bastante estimable. Haneke como Almodolar filma para si mismo se “mira” mucho como otros se escuchan. Si esa media hora final hubiera conformado la regularidad de toda la cinta…
Para colmo Hanke descubre poco. Tiene algunos logros, por ejemplo el imperial repaso a los cuadros. La soledad de Trintignan y el homenaje en plan Ofelia del principio de la protagonista en el lecho mortuorio con la belleza que duelo como solo puede hacerlo la corona de rosas.. Y luego tiene verdaderos errores de bulto. La indigna metáfora de la paloma, el papel insidiosamente maniqueo de la mejor actriz del mundo Isabel Huppert estrellada contra la pared de un papel histérico. Y lo siento amiguitos pero el rol de Emanuelle Riva me parece tan fácil y exagerado como el de Rabal en los Santos Inocentes. Pero claro en cuanto haces el Kubrick de los ojos cerrados pero entre cubitos de hielo estético te van a perdonar, cuando no te eleven a los altares de la cinematografía.
Pero a mi me parece que el austriaco no habla de amor, sino de muerte, y además de muerte literariamente tramposa.la frialdad aplicada a lo inevitable. Es tan difícil apuntar algo sobre lo inevitable. Porque a pesar del envoltorio de la “distancia” y los travelling por la casa de tres espacios imposibles para agradar a los muertistas. El tedio narrativo, los colores planos y fríos con repuntes de color apuntan al aplauso de los que están en el insoportable mantra de lo trendy en cine. Ese vaginisil intelectual cada vez que se quiere mentar a tanatos disfrazándolo de eros. Una mentira. Tan mentira como que en algunos momentos el plagio de Ozu en los Cuentos de Tokyo es más que evidente.
Y por supuesto la eutanasia se defiende como un acto de amor y de vida. Como un testimonio de que queremos una vida digna que decía el recientemente fallecido José Luís Sampedro. No con esa falsa mística con esa pátina pseudo religiosa. Otra vez con un disfraz de ateísmo de carreful. No es amor es muerte disfrazada de gélida belleza. No es esa declaración hermosa y verdadera, el correlato simétrico del amor, el “Tú también eres muy importante para mí, pero mucho, mucho, sabes…..”.TQ.
Nick Churris
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