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Voto de Mary_Agurod:
6
Ciencia ficción. Fantástico. Acción Desde Krypton, un lejano planeta muy avanzado tecnológicamente, un bebé es enviado en una cápsula a través del espacio a la Tierra para que viva entre los humanos. Educado en una granja en Kansas en los valores de sus padres adoptivos, Martha (Diane Lane) y Jonathan Kent (Kevin Costner), el joven Clark Kent (Henry Cavill) comienza desde niño a desarrollar poderes sobrehumanos, y al llegar a la edad adulta llega a la conclusión de que ... [+]
24 de junio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hombre de acero es hija de su tiempo. Por eso al verla no hay que obsesionarse con acercamientos anteriores, en donde la nostalgia a veces nos juega malas pasadas. Ahora mismo y no descubro nada nuevo, en el cine de superhéroes coexisten dos corrientes; una que explota la parte lúdica de este subgénero (y de la que Los vengadores es su mejor exponente) y otra, auspiciada por Nolan, en donde los héroes se muestran más reflexivos, son personas que también sufren como el resto de mortales, y tienen traumas para dar y aburrir.

Man of Steel naturalmente se mueve en esta segunda liga, algo que a mí no me disgusta. El problema existe cuando la mezcla de la tragedia del superhéroe (la aceptación del deber del protagonista) y de la parte más blockbusteriana no casan del todo bien. Cuando la angustia y la acción no están bien ligadas, o cuando las muchas explosiones, destrucciones, peleas... echan por tierra los buenos propósitos anteriores.

Lo peor que le puede pasar a una película como esta es que se quede a medias, y que deje en el espectador una sensación contradictoria. Su exagerado metraje (aunque recordemos que el primer Superman también pasaba de las 2 horas) recuerda a la última entrega de la trilogía de Batman de C. Nolan. En este sentido, MOS (Man of Steel) también peca de lo mismo, del querer quemar todos los cartuchos posibles en el último tramo (el de la invasión a la Tierra de los últimos habitantes de Kripton). La parte final pone a prueba la paciencia del espectador con un clímax que nunca llega y una acción repetitiva y muy dilatada.

A favor en cambio tiene toda la parte más dramática, narrada de una forma muy arriesgada (con continuos saltos de tiempo) en donde conocemos las vicisitudes que pasó Clark Kent en su infancia y juventud (la sensación de ser un bicho raro, de no poder hacer uso de sus poderes) y como los valores de sus padres adoptivos (bien Diane Lane pero estupendo Kevin Costner) marcaron la personalidad de este marciano que vivió en Kansas hasta que no pudo reprimir más su naturaleza. Como en Batman Begins, Clark vaga por el mundo sin una identidad propia, hasta que los acontecimientos ligados a su pasado (el regreso del general Zod) le hagan dar el paso de convertirse en nuestro salvador. En un nuevo Mesías, porque las conexiones con la cultura religiosa cristiana están ahí, y no son nada sutiles (Clark tiene 33 años, escena en la Iglesia con cuadro de La última cena de fondo, su relación con su padre biológico Jor-El...).

Esa trascendencia que imprime tanto el director de 300 como el guionista David S. Goyer (sin olvidar a Nolan quien también ha tenido que ver en la historia) a veces se siente como forzada, (igual que la estética de fotografía documental, los planos mareantes pero de una belleza arrebatadora) pero en otras escenas alcanza lo que se propone. Que sintamos que necesitamos un nuevo Superman o Hombre de Acero.

Otra baza positiva es que logra la complicidad del espectador en varios momentos. Esto consigue restar solemnidad al conjunto y arrancar una sonrisa, que no una carcajada. Podemos verlo en la secuencia donde el hipermusculado Henry Cavill (algo falto de carisma pero correcto en su interpretación) aprende a volar, o en la relación (nada edulcorada) con una Lois Lane (Amy Adams) que habrá ganado en inteligencia y perspicacia pero que ha perdido en encanto respecto a Margot Kidder. En cuanto al villano (Michael Shannon) y la villana (no pierdan de ojo a Antje Traue) no destacan por su gama de matices, pero están interpretados con fuerza y son dignos oponentes del Hombre de Acero.

Lo mejor: El arranque con ese Krypton como nunca lo habíamos visto (aunque con parecidos a Prometheus en diseño) y con un Russel Crowe de lo más convincente. La disyuntiva made in Nolan entre la que se mueve el protagonista (dos padres que marcan Jor-El en Krypton y Jonathan Kent en la tierra, dos mundos opuestos). El personaje de Kevin Costner, uno de los pocos que logra emocionarnos. El tema principal de la banda sonora de Hans Zimmer. El final.

Lo peor: Falta de ritmo. La sensación que te queda al final del film (ni es una mala película ni es todo lo mejor que cabría esperar de sus creadores).

Puedes leer la crítica completa en http://www.cineenconserva.com/
@Cineenconserva
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Mary_Agurod
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