Tan buena como cualquier otro de los westerns de Eastwood -exceptuando a "Sin perdón", por supuesto-.
Va más de aventuras que de otra cosa, cobrando el humor un papel muy importante. Por momentos recuerda a "Las aventuras de Jeremías Johnson". También se nota la influencia de Peckinpah en el cine de entonces con esa alternancia de planos vertiginosa cuando el protagonista recuerda la matanza del principio.
La fotografía es PERFECTA y la música acompaña muy bien.

La chiquilla preciosa se llama esta vez Sondra Locke. No sé a quién prefiero, si a ésta o a la morena Sydney Penny, de "El jinete pálido"; ésta es una belleza más rara, con unos ojazos azules y una melena lisa muy rubia, con un aspecto tan delicado que te entran ganas de cuidarla para siempre (también de otras cosas que evitaré comentar aquí). Su aspecto físico me recuerda un poco al de Bryce Dallas Howard en "El Bosque".

La verdad es que no me esperaba mucho con un título como éste y un cartel promocional como el que han usado. ¿Por qué retratan a Eastwood con ese gesto tan exagerado cuando en sus westerns su rostro templado parece de mármol? Esto sólo puede despistar al que todavía no la haya visto.