Cuando ves esta película llegas a la conclusión de que es una venganza del director hacia mitos de la literatura como 20.000 lenguas de viaje submarino y el hombre invisible. ¿Desde cuando Jeckyll, al convertirse en mst. Hyde lo hace transformándose en un penoso monstruo al más puro estilo Hulk? ¿Cuanto miden los canales de Venecia que en esta película resulta que pueden albergar a un submarino gigante? ¿Como pudo Sean connery hacer esto? Estas son muchas de las preguntas que se te pasan por la cabeza mientras te revuelves en tu asiento por esta interminable tortura en el cine. Lo que más alucinado me dejo, fue el hecho de ver al capitán Nemo, que tenía un submarino que parece la nave de Star Treeck con hasta un coche moderno dentro ¿¡Un coche!? Si, con todo lujo de detalles que hasta puede atravesar edificios derrumbándose, también tienen superametralladoras modernas y más monstruosidades nacidas de los alucinógenos que se metió el director en el rodaje. Solo recomendable para aquellos que quieran sufrir o torturar a alguien.