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Voto de burton:
10
7.7
5,201
Cine negro. Drama
Carl Buckley (Broderick Crawford), un maquinista que teme perder su empleo, pide a su mujer (Gloria Grahame) con la que mantiene una fría relación, que interceda por él ante un ejecutivo de la compañía con el que ella había tenido relaciones antes de casarse. Pero, cuando Carl se entera del precio que su mujer ha tenido que pagar para evitar su despido, asesina al directivo durante un viaje en tren. El ferroviario Jeff Warren (Glenn ... [+]
5 de febrero de 2007
50 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la obra siguiente a la estupenda "Los sobornados" de un año antes en 1953, repitiendo el enorme cineasta austríaco, Fritz Lang, la química brutal existente entre estos dos fabulosos actores, el recientemente fallecido Glenn Ford y la ingenua femme fatale de todo paradigma azabache que se precie, la MARAVILLOSA Gloria Grahame.
Rodada en el áspero blanco y negro ferroviario del prestigioso y oscarizado fotógrafo norteamericano Burnett Guffey ("De aquí a la eternidad(1953)" y "Bonnie and Clyde(1967)"), la película es una muestra más del enorme oficio de Lang como extraordinario cineasta con un ramillete de obras maestras en su haber.
Basada en la obra "La bestia humana" del novelista francés Émile Zola, uno de los más destacados exponentes del movimiento artístico de finales del s., XIX y principios del s.,XX que surgió como réplica al romanticismo y surrealismo, el naturalismo, fueron dos las versiones de esta obra llevadas a la gran pantalla; la primera una versión germana de 1920 del cineasta austríaco Ludwig Wolff, y la segunda de 1938 a cargo de Jean Renoir con el título original en inglés de la novela, "The Human Beast".
La obra recrea de manera magistral los ambientes azabaches del género, sólo que focalizados en las vías ferroviarias de las proximidades de Trenton, Nueva Jersey.
Mujeres fatales, ingenuas por naturaleza pero que arrastran a la compañía masculina al caos y la destrucción. Porque a los aparantemente machistas comentarios de la cinta, el propósito del artista austríaco fue precisamente destacar lo contrario; la superioridad de la mujer en cuanto a instinto, y los deseos incontrolables que infunden en el género masculino; Así, cuando la amiga de la ciudad de Vicki Buckley (Gloria Grahame) (aquella que les prestaba a los Buckley su apartamento cada vez que bajaban a la ciudad, o la misma que posteriormente se lo prestaría a su amiga Vicki cuando ésta viva su particular historia de amor con el ex-soldado de Corea Jeff Warren (Glenn Ford)) se dirigió al orondo y viejo marido de Vicki, Carl Buckley, desposeído de su trabajo como ayudante de parque de la estación ferroviaria con aquello de; "...las mujeres son todas iguales, ¿no te has dado cuenta? Tan sólo llevan caras distintas para que los hombres podáis reconocerlas...", Lang no estaba más que reafirmando la superioridad natural de la mujer sobre el hombre, incapaz de dominar sus impulsos y deseos, ni menos de modificar su naturaleza.
En la oscuridad de los túneles por los que pasan los vagones del tren, los seres humanos interactúan a oscuras, desarrollándose miles de combinaciones que se suceden de forma aleatoria y sin mucha lógica.
Extraordinariamente narrada, fabulosamente rodada,y a pesar de que la historia sea en realidad una simple historia del género noir, logra captar la atención del espectador através de su poderosa y arrolladora mística ambientada en las oscuras y proletarias vías ferroviarias...
F A N T Á S T I C A.
Rodada en el áspero blanco y negro ferroviario del prestigioso y oscarizado fotógrafo norteamericano Burnett Guffey ("De aquí a la eternidad(1953)" y "Bonnie and Clyde(1967)"), la película es una muestra más del enorme oficio de Lang como extraordinario cineasta con un ramillete de obras maestras en su haber.
Basada en la obra "La bestia humana" del novelista francés Émile Zola, uno de los más destacados exponentes del movimiento artístico de finales del s., XIX y principios del s.,XX que surgió como réplica al romanticismo y surrealismo, el naturalismo, fueron dos las versiones de esta obra llevadas a la gran pantalla; la primera una versión germana de 1920 del cineasta austríaco Ludwig Wolff, y la segunda de 1938 a cargo de Jean Renoir con el título original en inglés de la novela, "The Human Beast".
La obra recrea de manera magistral los ambientes azabaches del género, sólo que focalizados en las vías ferroviarias de las proximidades de Trenton, Nueva Jersey.
Mujeres fatales, ingenuas por naturaleza pero que arrastran a la compañía masculina al caos y la destrucción. Porque a los aparantemente machistas comentarios de la cinta, el propósito del artista austríaco fue precisamente destacar lo contrario; la superioridad de la mujer en cuanto a instinto, y los deseos incontrolables que infunden en el género masculino; Así, cuando la amiga de la ciudad de Vicki Buckley (Gloria Grahame) (aquella que les prestaba a los Buckley su apartamento cada vez que bajaban a la ciudad, o la misma que posteriormente se lo prestaría a su amiga Vicki cuando ésta viva su particular historia de amor con el ex-soldado de Corea Jeff Warren (Glenn Ford)) se dirigió al orondo y viejo marido de Vicki, Carl Buckley, desposeído de su trabajo como ayudante de parque de la estación ferroviaria con aquello de; "...las mujeres son todas iguales, ¿no te has dado cuenta? Tan sólo llevan caras distintas para que los hombres podáis reconocerlas...", Lang no estaba más que reafirmando la superioridad natural de la mujer sobre el hombre, incapaz de dominar sus impulsos y deseos, ni menos de modificar su naturaleza.
En la oscuridad de los túneles por los que pasan los vagones del tren, los seres humanos interactúan a oscuras, desarrollándose miles de combinaciones que se suceden de forma aleatoria y sin mucha lógica.
Extraordinariamente narrada, fabulosamente rodada,y a pesar de que la historia sea en realidad una simple historia del género noir, logra captar la atención del espectador através de su poderosa y arrolladora mística ambientada en las oscuras y proletarias vías ferroviarias...
F A N T Á S T I C A.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
A bordo de un tren regresa como copiloto y después de una ausencia de tres años y seis semanas en la guerra de Corea como soldado, el ex-conductor de trenes Jeff Warren (Glenn Ford) que viaja en compañía de su viejo amigo y también conductor Alec Simmons (Edgar Buchanan).
Al apearse de la estación se dirigen a las oficinas ferroviarias a darse de nuevo de alta como conductor ante la pasividad del jefe de estación, sr John Thurston (Carl Lee).
Después a casa de Alec. De camino se encuentran a un viejo conocido de ambos a quien Alec pone en antecedentes de su presente. Se trata de Carl Buckley (Broderick Crawford) quien tras una serie de años, al final ha logrado pasar a oficinas como subalterno de Thurston.
Además según cuentan, se ha casado con una joven de buen ver, una tal Vicki Buckley (Gloria Grahame).
Al llegar a casa de Alec, les reciben su esposa Ellen (Kathleen Case) y su joven y guapa hija Vera (Peggy Maley) ya crecidita después de una ausencia tan larga de tres años, y quien poco a poco se va enamorando del nuevo huésped.
Carl llega un día a casa disgustado porque ha tenido una fuerte discusión con su jefe, el sr Thurston, de resultas de la cual le han expulsado del trabajo. Angustiado pide a su pasiva esposa que interceda por él ante una vieja amistad de su madre y suya (no en vano su madre trabajó como asistenta en la casa del interfecto hacía muchos años), un pez gordo del mundo ferroviario como era John Owens (Grandon Rhodes) que pudiera readmitirle en el puesto.
Al principio Vicki se muestra remisa pero finalmente acepta a regañadientes lo encomendado por su marido. Así que ambos parten a la mañana siguiente para la ciudad para convencer al sr Owens, a quien después de una larga sobremesa de más de cuatro horas Vicki logra convencer.
Al llegar a casa, su marido Carl está mosqueado por la tardanza y celoso la emprende a golpes con ella obligándole a confesar su infidelidad con el sr Owens. Extremadamente dolido Carl le obliga a enviarle una carta citándose con el sr Owens a escondidas aprovechando un viaje de éste en tren y en busca de venganza.
Una vez en el tren Carl le asesina. El único testigo de los hechos es Jeff Warren quien a esas alturas y tras una curva traicionera del tren, ha caído rendido y embelesado en brazos de Vicki.
Poco a poco ambos entablan una relación de amantes a espaldas de Carl, sumido en el alcoholismo, y hasta que el asunto se hace vox populis.
En una ocasión Vicki le pide a Jeff veladamente matar a su marido, quien guarda la dichosa carta de citación con el sr Owens como garantía y chantaje para permanecer encadenado a él de por vida.
Tras un intento fallido de Jeff, éste finalmente abre los ojos y desiste del fatal empeño, entregándole eso sí la carta de libertad con la que ha podido hacerse de los bolsillos del borracho Carl.
Al final y sin saberlo, ella emprende la huída en un tren conducido por el propio Jeff.
Al apearse de la estación se dirigen a las oficinas ferroviarias a darse de nuevo de alta como conductor ante la pasividad del jefe de estación, sr John Thurston (Carl Lee).
Después a casa de Alec. De camino se encuentran a un viejo conocido de ambos a quien Alec pone en antecedentes de su presente. Se trata de Carl Buckley (Broderick Crawford) quien tras una serie de años, al final ha logrado pasar a oficinas como subalterno de Thurston.
Además según cuentan, se ha casado con una joven de buen ver, una tal Vicki Buckley (Gloria Grahame).
Al llegar a casa de Alec, les reciben su esposa Ellen (Kathleen Case) y su joven y guapa hija Vera (Peggy Maley) ya crecidita después de una ausencia tan larga de tres años, y quien poco a poco se va enamorando del nuevo huésped.
Carl llega un día a casa disgustado porque ha tenido una fuerte discusión con su jefe, el sr Thurston, de resultas de la cual le han expulsado del trabajo. Angustiado pide a su pasiva esposa que interceda por él ante una vieja amistad de su madre y suya (no en vano su madre trabajó como asistenta en la casa del interfecto hacía muchos años), un pez gordo del mundo ferroviario como era John Owens (Grandon Rhodes) que pudiera readmitirle en el puesto.
Al principio Vicki se muestra remisa pero finalmente acepta a regañadientes lo encomendado por su marido. Así que ambos parten a la mañana siguiente para la ciudad para convencer al sr Owens, a quien después de una larga sobremesa de más de cuatro horas Vicki logra convencer.
Al llegar a casa, su marido Carl está mosqueado por la tardanza y celoso la emprende a golpes con ella obligándole a confesar su infidelidad con el sr Owens. Extremadamente dolido Carl le obliga a enviarle una carta citándose con el sr Owens a escondidas aprovechando un viaje de éste en tren y en busca de venganza.
Una vez en el tren Carl le asesina. El único testigo de los hechos es Jeff Warren quien a esas alturas y tras una curva traicionera del tren, ha caído rendido y embelesado en brazos de Vicki.
Poco a poco ambos entablan una relación de amantes a espaldas de Carl, sumido en el alcoholismo, y hasta que el asunto se hace vox populis.
En una ocasión Vicki le pide a Jeff veladamente matar a su marido, quien guarda la dichosa carta de citación con el sr Owens como garantía y chantaje para permanecer encadenado a él de por vida.
Tras un intento fallido de Jeff, éste finalmente abre los ojos y desiste del fatal empeño, entregándole eso sí la carta de libertad con la que ha podido hacerse de los bolsillos del borracho Carl.
Al final y sin saberlo, ella emprende la huída en un tren conducido por el propio Jeff.