Que un niño se entretenga con los animalitos que salgan en "Ice Age 3", pase. Que hasta les haga gracia alguno de sus múltiples pero nada inteligentes y sí bastante escatológicos chistes, conforme. Pero que un adulto "lo flipe", usando su terminología, es muy preocupante. El que una cosa tan plana, tan llena de banalidades, tan aburrida y con tan poca enjundia pueda gustar a una persona hecha y derecha, sólo puede deberse al acusado deterioro de cualquier criterio estético o artístico, a la comodidad de zamparse lo que le echen a uno, y en el fondo, al deterioro mental de los adultos de esta generación, que a fuerza de productos cercanos a la bazofia, han llegado a considerar la simpleza más absoluta, pura genialidad. Alguno dirá que no hay que ser tan duro, que en el fondo es divertida y que no deja de ser para niños. Bueno, os confieso que en algún momento, no muchos, te ríes, pero también que llegas a dormirte, que es cansina, intrascendente y bobalicona. Y por favor, se han hecho cientos de películas para los más pequeños con más contenido que ésta. Que ser un niño ni quiere decir ser idiota.

Entrando más en "Ice Age 3", la historia que plantea es bastante ridícula. No porque se saquen de la manga a los dinosaurios sino por que la trama es una chorrada, con el bueno de Sid empeñándose en ser papa (o mamá que es como se cataloga, ¿será gay?). La historia sigue pero en el fondo, es una mera excusa para las típicas paridas, el desfile de personajes, unas cuantas secuencias de acción y otras tantas de deslizamientos en la nieve y caídas por precipicios. Como se ve puede apreciar, nada original pues lo que no has visto en las anteriores sagas, te suena una barbaridad a "En busca del valle encantado", lo cual no deja de ser una herejía, visto el nivel de esta entrega, algo peor que las anteriores, cosa difícil de creer. Eso si, coincido en la mejora de los efectos visuales pero lo que se gana por aquí se pierde en unos personajes más grises de lo normal. Claro que para repetitivo, Scrat detrás de la bellota. Que pesadez. Al menos aquí le han buscado una especie de Daisy, pero en plan ardilla. Sale poco pero esa mezcla de sensualidad, poder de seducción, feminidad y mal genio puede que la conviertan en el personaje de más interés.