Resulta que en el canal TCM les ha dado últimamente por emitir un ciclo de películas del director japonés Hirokazu Koreeda, al que no tenía el gusto de conocer, si bien se ve que es famoso. Así que como me gusta todo lo relacionado con el país del sol naciente, pues allá voy. La primera de la tanda es esta "De tal padre, tal hijo", que ganó el premio del jurado de Cannes en el 2013. Se trata de un drama familiar que nos engancha a partir de un hecho fundamental más propio de telenovelas pero que sí, puede suceder, el intercambio de bebés al nacer, y entonces la situación se vuelve bastante complicada. De hecho, ese es el motor obvio del conflicto que se les plantea a nuestras dos familias afectadas, si intercambiar los niños o quedarse cada una con el que se llevó en su momento. Yo optaría, sin duda, por la segunda opción.

Con este argumento, Koreeda podría haberse encaminado hacia un thriller judicial o incluso hacia un drama entre posturas irreconciliables entre las dos familias. Sin embargo, prefiere la reflexión íntima, la introspección sentimental y la reflexión sobre lo que es ser padre e hijo, los estilos de familia, la crianza y más cosas, es decir, lo que significa una familia. De esta forma le sale una película muy japonesa, o sea, lenta, pausada, muy contenida, armoniosa y sutil. En definitiva, elegante aunque no por ello exenta de cierto sentido del humor. "De tal padre, tal hijo" tiene el inconveniente de una trama un poco corta que apenas ha desarrollado, como también que se niega a enfocar la situación desde otros puntos de vista (¡pero si la otra familia piensa igual!), pero aún así se muestra realista, natural, tierna y deliciosamente costumbrista (ver SPOILER).