John McTiernan se hizo con un nombre a finales los ochenta con clásicos de la acción como "Depredador" (1987) y sobre todo, la explosiva "Jungla de Cristal" (1988), y tal vez por ese motivo no ha sentado bien que parodiara un género que le ha dado de comer. "El último gran héroe" funcionó mal en taquilla, aunque tampoco fue un desastre, 85 millones de dólares invertidos para 137,3 recaudados, pero peor le fue con la crítica, que la despreció. De hecho tuvo seis nominaciones a los premios Razzies, incluida a peor película. Sin embargo, el intento de McTiernan no es fallido. De acuerdo, es una sátira del cine de acción ochentero a veces demasiado ridícula, incluso equivocada por que las "Arma Letal" y similares tampoco eran así, que comete el error de tomarse demasiado en serio a sí misma, pero también que tiene su gracia y una trama curiosa aunque dispersa que nos recuerda a la de "La Rosa Púrpura del Cairo" (1986).

De todos modos lo mejor, además de la dinamita o lo que sea marca ACME, es la versión macarra de Hamlet. "Algo huele a podrido en el estado de Dinamarca". No sé como no se les ha ocurrido llevarla a la gran pantalla. Sea como fuere este buddy film de acción pero también del género adolescente está lleno de referencias cinematográficas, a "Casablanca" (1942), "Terminator 2" (1991), "Drácula" (1992), "Instinto Básico" (1992) o "El Séptimo Sello" (1957) y de cameos de actores famosos. Yo he identificado, además de al propio Arnold Schwarzenegger, a Tina Turner, Sharon Stone, Robert Patrick, James Belushi, Damon Wayans y Jean-Claude Van Damme, aunque aseguran que hay más. Aún así, las que me han llamado más la atención son las chicas del videoclub, Angie Everhart, la pelirroja, y Bobbie Brown, la rubia, dos pedazos de modelos, que se benefician del estilo de la primera mitad de los 90, entre elegante y sensual.