Tercera entrega de la saga de "National Lampoon" con la familia Griswold esta vez celebrando la Navidad en vez de viajando por los Estados Unidos y Europa. Lo más curioso del clan es la presencia de una desconocida por entonces Juliette Lewis en el papel de hija mayor y de un hermano que con el paso de los años en vez de crecer ha ido menguando de tal modo que en esta entrega ella es la más grande de los dos. En fin. Por lo demás, película muy flojita, a la que se la ve agotada, falta de ideas y sobre todo sin sentido del humor, cuyo mejor resumen es el que hace la crítica Joanna Berry de "Radio Times": "Es tontísima". No hay nada más que añadir.

Sin embargo es necesario seguir escribiendo así que señalaré que el recurso de lío doméstico cuando aparecen terceras figuras, familiares o de otra clase, es un argumento rico en posibilidades que nos ha dejado títulos de lo más interesantes. Recuerdo vagamente la de "Qué suerte... llegaron los parientes" (1990), que es a la que más se parecería la presente, pero también participan de la misma idea las notables "Duplex" (2003) o la saga de "Sólo en casa" (1990 y 1992, el resto no sé). Por desgracia aquí muy pocas cosas funcionan, en ningún caso su protagonista. Película exagerada, mema, aburrida y sin gracia, incluso bochornosa por momentos.