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Voto de Reaccionario:
8
Comedia. Drama. Romance Isaac Davis, un neoyorquino de mediana edad tiene un trabajo que odia, una novia de 17 años a la que no ama y una ex esposa lesbiana a la que desearía estrangular, porque está escribiendo un libro en el que cuenta las intimidades de su matrimonio. Cuando conoce a Mary, la sexy y snob amante de su mejor amigo, se enamora perdidamente de ella. La idea de dejar a su novia, acostarse con Mary y abandonar su trabajo supone para él el ... [+]
27 de junio de 2014
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me da un poco de rabia, porque voy a negarlo, el ataque que se repite como un mantra sobre la pedantez de Woody Allen. Afortunadamente son una minoría que cuando les enseñan la luna, se fijan en el dedo. Porque detrás de este derroche de citas y referencias a artistas de muy diversa índole se esconde la reflexión sobre temas humanos universales, desde el amor, las edades o el sentido de la vida pasando por la clase de persona que queremos ser. Pero tranquilos, que el sesudo discurso tiene la apariencia de una bella comedia romántica de corte clásico, preciosa fotografía en blanco y negro, con declaración de amor a Manhattan incorporada. En la dirección Woody Allen vuelve a sorprender por su mesura o por sus encuadres discordantes o con personajes fuera del plano. En lo demás, actúa y coescribió el guión, también está perfecto, dando suelta a sus inquietudes mientras fustiga el arte moderno, el efecto nocivo de la televisión, la cirugía estética, el esnobismo, las infidelidades, el radicalismo de los 60 y 70, las drogas o simplemente la idiotez humana, sin excluirse a él mismo.

Ha habido momentos en el que me ha recordado al grandísimo escritor ruso Anton Chejov, en esa mezcla de comedia y drama, quizá no tan amargo, que se sucede de un segundo a otro. Porque, "Manhattan" no deja de ser tan divertida como profunda. El mismo Woody Allen la entiende como una mezcla de sus inmediatamente anteriores trabajos, "Annie Hall" (1977) e "Interiores" (1978), combinación con la que da a luz la que seguramente sea su mejor película. Atención, por ejemplo, a la disección psicológica de los personajes, el idealismo de Isaac (Woody Allen), los problemas de autoestima de Mary (Diane Keaton) o los desplazamientos de Yale (Michael Murphy). Por supuesto, perlas de sabiduría, en medio de chispeantes diálogos llenos de gags de alto calibre. Por ejemplo, esa conversación delante de un esqueleto de un ¿Neanderthal? "Nada que valga la pena puede ser entendido con la mente" nos dice. Para darse la razón a sí mismo, Woody Allen acompaña su obra con la música de George Gershwin para terminar con unos de los finales más románticos de la historia del cine.
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