No oculto que el mayor atractivo de "Las petroleras" es asistir al duelo de posiblemente las bellezas europeas más aclamadas de los años 60 y en cualquier caso del séptimo arte, una francesa y una supuestamente italiana, Brigitte Bardot y Claudia Cardinale. Yo me inclino sin dudar por la segunda. De hecho, la Bardot no acaba de convencerme aunque tengo que verla de más jovencita para emitir un juicio definitivo. En cambio a Claudia se la ve hermosa, pero además como más cercana y con un despliegue de dulzura, que se le echa en falta a la otra. Aunque para gustos hay colores y aquí las tenemos a las dos en pleno salvaje oeste en una producción conjunto en la que además tienen varias apariciones actores españoles como José Luis López Vázquez, Manuel Zarzo o Emma Cohen.

En síntesis, esta especie de parodia del western tiene su gracia pero es excesivamente boba. Sobre todo, su recta final es delirante y llena de olvidos. Para que se vea el nivel de realismo de "Las petroleras" resulta que Louise (Brigitte Bardot) es la jefa de una banda de ladronas en la que todas son mujeres pero "disfrazadas" de hombres. Pues bien, los testigos no sólo no se percatan de que son en realidad hembras sino que además llegan a la conclusión de que son varones que se hacen pasar por mujeres ¿? Por otro lado María (Claudia Cardinale) es una ranchera que además de mantener a sus necios hermanos a raya, es tan ruda que le da para el pelo a cualquier gañán del pueblo. En fin, se supone que quiere alabar el poder femenino pero a veces cae en el ridículo. Floja.